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viernes, 16 de septiembre de 2011

La Xunta relanza la demanda a Fomento de la A-57 y las conexiones de Curro con la A-52.

Agustín Hernández reitera que se modifique el trazado de la autovía a Vigo, lo que evitaría su paso por Pontesampaio.

La autovía A-57 entre Pontevedra y el sur de la provincia, y la circunvalación de la ciudad a ella asociada vuelve a ponerse sobre la mesa en vísperas de unas elecciones generales. A dos meses para el 20-N, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, ha reforzado la demanda del PP de que se "otorgue prioridad" a ese vial que conectaría a la ciudad del Lérez con la autovía A-52 de las Rías Baixas, al tiempo que insiste ante el Ministerio de Fomento para que modifique el trazado de la otra autovía previsto hacia el sur, la A-59 entre Pontevedra y Vigo. La pretensión de Hernández, en la que siempre coincidió el concello pontevedrés y ahora también el de Redondela, a raíz del cambio de gobierno local.

Desde el equipo municipal de la capital se comparte esta reivindicación, pero se albergan serias dudas de que el Ministerio de Fomento vaya a licitar en estos dos próximos meses esas obras. Las dudas se extienden incluso a la siguiente legislatura, con independencia de que siga el PSOE y sea relevado por el PP en el Gobierno central. César Mosquera explicó ayer que "salvo las obras ya en marcha y ejecución, Fomento no está licitando ningún proyecto con fondos propios y probablemente no lo haga en varios años, mientras que la fórmula de la financiación público-privada (que el ministerio planteó para acometer la circunvalación) también parece cortada" por su incidencia negativa en el objetivo del déficit cero del Estado.

La reactivación de esta demanda ha sido propiciada por una reunión entre el conselleiro Agustín Hernández y el nuevo alcalde de Redondela, el popular Javier Bas, que sustituyó al socialista Xaime Rey. En esa cita, Hernández y Bas coincidieron en que "es necesario priorizar la ejecución de la A-57" y rechazaron "la alternativa propuesta para la A-59, la conexión con la red arterial de Vigo tanto por motivos de costes económicos como de ocupación de suelo". Esta alternativa, que siempre rechazó Pontevedra y colectivos de Redondela pero no el anterior gobierno local de este concello, establece una segunda autovía desde Vilaboa hasta Peinador que atraviesa Pontesampaio. La opción preferida de la Xunta es unir la A-57 con Vigo a través de un ramal más corto por Pazos de Borbén.

Desde el concello pontevedrés se apunta, por otra parte, que la actual reivindicación del PP "se podría volver en su contras tras el 20-N si ganan las elecciones, ya que serían ellos los que tendrían que asumir ese compromiso".

En todo caso, estas demandas del PP chocan con las últimas previsiones del PSOE, que otorgaban prioridad a la A-59, para lograr una conexión directa de Pontevedra y Vigo como alternativa a la Autopista del Atlántico y el puente de Rande. Esta A-59 dejaría relegada a un segundo plano la A-57, salvo los dos tramos ya diseñados de la circunvalación de Pontevedra (Vilaboa-A Ermida y A Ermida-Pilarteiros). En esa posición se mantuvo ayer, por ejemplo, el exdiputado en el Congreso, exdelegado del Gobierno y actual teniente de alcalde en Pontevedra Antón Louro, quien reiteró que "lo prioritario es la conexión directa Pontevedra-Vigo", es decir, la A-59 por un trazado que rechaza la Xunta.

Sin embargo, ninguna de estas actuaciones ha experimentado avances en los últimos meses. De hecho, el propio ministro de Fomento, José Blanco, llegó a anunciar hace un año que la circunvalación estaría licitada, mediante financiación público-privada, en abril de este año, es decir, hace más de cuatro meses, un anuncio que no se ha hecho realidad.

La circunvalación de Pontevedra, a cargo del Ministerio de Fomento, es una vieja reivindicación municipal, que ha registrado numerosos trazados y propuestas a lo largo de los años. El último diseño cruzaba desde Vilaboa hacia el norte parroquias como Tomeza, Marcón (donde establecía una conexión con la carretera de Ponte Caldelas), Bora y Xeve, pero moría nada más cruzar el río Lérez en la carretera de Campo Lameiro, sin continuidad segura hacia el Norte, pese a que sí se encargó en su día un estudio informativo de prolongación hasta el nudo de la AP-9 en Curro (Barro).


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