«O traslado da fábrica dentro da comarca suporía ter que recoller a auga precisa para o proceso de fabricación do propio río Lérez e verquela, logo da súa depuración, á mesma ría de Pontevedra, algo que lle resta argumentos ao traslado -indican desde Ence-. Así ocurriría nas hipóteses baralladas de Barro-Meis, Cotobade e outros puntos da comarca que foron propostos por uns e por outros».
Y el grupo industrial apuntala su argumentario con un estudio realizado por Pöyry, una consultora finlandesa especializada en el sector. La conclusión: «Non existe en Galicia outra ubicación con dispoñibilidade de enerxía e agua abondas».
Después de que el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, lanzase el pasado viernes un preaviso en forma del anuncio de la salida de Elnosa, la fábrica de cloro que comparte el complejo de Lourizán con Ence, ya para el 2014, el grupo pastero reacciona ahora declarando inviable un traslado. «Esa operación precisaría un investimento de 700 millóns de euros, unha cifra inasumible para unha empresa coma Ence e moi superior ós beneficios que unha fábrica coma esta pode acadar», dice la empresa.
Un preaviso en el 2015
Hasta ahora la postura oficial de la empresa había ido en una única dirección: aplazar cualquier manifestación sobre un traslado porque contaba con una concesión para Lourizán hasta el 2018. Sin embargo, el anuncio de Agustín Hernández de que la autorización ambiental vigente para Ence debería ser renovada tras el 2015 supone una vuelta de tuerca más de la Xunta en su estrategia por forzar el traslado de la empresa.
El Gobierno gallego trató infructuosamente a lo largo del último año de que Ence adquiriese un compromiso de traslado a una de las tres ubicaciones dentro de la comunidad autónoma que la propia Xunta le propuso.
Con un reciente relevo en la dirección de la factoría de Lourizán, que dejó José Antonio Camblor y asumió el hasta entonces subdirector, Antonio Casal, el pasado 7 de noviembre, la planta pontevedresa recibirá hoy la visita del consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares. En la agenda oficial está fijada una reunión con la plantilla, pero el viaje a Pontevedra ha obligado a hacer algunos cambios incluso en la agenda del consejero delegado en Madrid. La situación es inédita. Porque por primera vez las posturas de empresa y Xunta son abiertamente enfrentadas. «Ence?Enerxía e Celulosa agarda ter o máximo apoio político para solucionar a súa permanencia en Lourizán», declaró ayer la empresa. «El apoyo político que van a tener de la Xunta es para trasladarse», manifestó ayer un portavoz de Medio Ambiente.
Ese es el fuego cruzado. Y, en medio, la empresa ha situado toda una serie de intereses: «Tan só na fábrica de Pontevedra, 350 empregos directos, e un total de 5.150, sumando os indirectos e os inducidos, en toda a comunidade autónoma». A lo que añade un impacto en el tráfico portuario estimado en un 40 % del total.
La baza de la crisis
En el tablero de juego del traslado ha irrumpido la variable de la crisis. La industria forestal dedicada a la pasta de papel está apostando por grandes plantas en Sudamérica, donde la materia prima se planta directamente a las puertas de las fábricas. Veladamente, Ence está diciendo que de darse un movimiento en la dirección de crear una nueva planta no sería en Galicia, pese a que el centro de Lourizán es «un dos dous únicos do mundo que produce pasta de papel con tecnoloxía totalmente libre de cloro a partir da madeira de eucalipto». Porque Ence ya dispone de otra planta en la misma área geográfica: la de Navia, en Asturias, donde ha sido destinado precisamente José Antonio Camblor, el director de Lourizán hasta hace escasamente un mes.
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