Preocupación por la rotonda de A Chociña, de la PO-226 que une Santa Lucía y Porráns por la deficiente señalización

La glorieta de A Chociña es la única obra de gran envergadura que falta por concluir dentro de la reforma de la PO-221, que ejecuta la empresa Covsa y en la que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas invierte cerca de cinco millones de euros. Para mejorar el trazado de la vía y eliminar algunas curvas se han construido varios puentes y variantes, algunas de las cuales ya están en servicio. La calzada pasará a tener nueve metros de ancho ­con carriles de 3,5 y arcenes de un metro­ y se dotó a la carretera de carriles de espera para realizar giros a la izquierda.
 
El miembro de la corporación de Moraña, Marcos Suárez,  ha mostrado su preocupación por la “mala sinalización” de la nueva rotonda que está en construcción en el lugar de A Chociña y que forma parte del proyecto de reforma y acondicionamiento de la carretera PO-221 en el tramo entre Caldas y Moraña. La conexión entre este vial y la PO-226 ­que comunica Santa Lucía con Porráns­ se hace mediante una glorieta cuyas obras todavía no concluyeron y que, en su opinión, conlleva riesgos para los conductores que circulan por la zona ya que la señalización sería deficiente. 

Desde el concello, la alcaldesa Luisa Piñeiro, esta a realizar las gestiones oportunas ante el Servizo de Estradas de la Consellería de Territorio e Infraestruturas para “unha correcta e boa sinalización” de la rotonda.