El único detenido por la Guardia Civil ha quedado en libertad con cargos
La dicha de unos recién casados de Barro terminó sepultada en un pozo cuando comprobaron que el dinero en efectivo que les habían regalado los invitados a la ceremonia había volado. En total, fueron robados unos cinco mil euros que los asistentes al convite les fueron entregando, como suele ser en estos casos, en el interior de sobres.
Ocurrió el pasado agosto, pero no ha trascendido hasta que el principal sospechoso no fue arrestado por la Guardia Civil de Caldas de Reis. Este vecino de Santo Tomé de Nogueira, en el municipio de Meis, compareció ante el juez que instruye esta causa con una imputación de robo con fuerza bajo el brazo.
Los investigadores estiman que esta persona fue la misma que, entre el 11 y el 12 de agosto, entró por la fuerza en una vivienda de Curro, en Barro. Al parecer, el ladrón violentó una de las ventanas de la casa.
Además del dinero, consiguió hacerse con collares, pulseras y joyas, cuyo valor no ha trascendido. Las fuentes consultadas aludieron a que, aparentemente, tuvo tiempo para registrar las distintas dependencias del domicilio, lo que le permitió localizar los distintos sobres en los que la feliz pareja guardaba el bote de la boda.
Asimismo, estas fuentes no pudieron precisar si los ladrones causaron otros desperfectos en el inmueble que no fuera la ventana forzada.
Veinticuatro horas después de haberse producido la sustracción se interpuso la denuncia. Comenzó entonces una investigación que, menos de un mes después del robo, fructificó en la identificación y arresto de un sospechoso, quien responde a las iniciales I.C.T.
Al parecer, en su identificación fueron cruciales las pruebas que se recabaron por los expertos de la Guardia Civil en el mismo escenario del suceso. En todo caso, las fuentes consultadas no descartan que pueda haber otras personas implicadas.
Asimismo, tampoco ha trascendido si el vecino de Meis detenido fue uno de los invitados a la boda o si, por el contrario, llegó a este botín de casualidad, aprovechando que no había nadie en la vivienda cuando accedió por la fuerza a su interior.
En cualquier caso, si los cinco mil euros fueron un regalo para los recién casados, I.C.T., a la postre, también tuvo el suyo. No en vano, quedó en libertad con cargos.
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