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viernes, 4 de julio de 2014

El matrimonio, un paso que se da antes en el rural

 

Las parejas que pasan por vicaría tienen mayor edad en los municipios urbanos » En Pontevedra no se da el sí quiero hasta los 34 años


Los pontevedreses se casan cada vez con más edad. Las últimas estadísticas revelan además que el momento de dar el "sí quiero" llega más tarde en los municipios del ámbito urbano que en el rural. Sin embargo, esto tampoco es sinónimo de una mayor natalidad, que sigue cayendo en concellos como A Lama o Campo Lameiro.

El anhelado "sí quiero" llega más tarde en los municipios urbanos de la comarca que en aquellos de carácter más rural. Al menos, así lo reflejan las estadísticas. Los indicadores de población referidos al 2013, que ayer publicó el Instituto Galego de Estatística (IGE), confirman que el paso del matrimonio se da cada vez a una mayor edad en los distintos concellos de la comarca, aunque con matices dependiendo de la edad del varón y la mujer.
Así, en Pontevedra capital los novios no se deciden a pasar por la vicaría (o el juzgado o el Concello, si el matrimonio es civil) hasta los 34 años. Las mujeres dan el paso algo más jóvenes, a los 31,7 años de media. Son cifras que se mueven en términos similares a la media provincial, que es de 34 años para los varones y de 31,9 para las mujeres.
En las otras principales poblaciones de la comarca cabe destacar, por ejemplo que en Sanxenxo el matrimonio llega a los 34,2 años entre los varones y a los 30,9 para las mujeres. En Caldas la media está en 34 años para ellos y 31,4 para ellas y en Poio en 33,6 y 30,9 años respectivamente.
La media de edad de los matrimonios baja a medida que uno se centra en las parejas que deciden unirse en municipios más pequeños. Los más jóvenes en dar el paso están en A Lama, en donde la media de edad para casarse es de 26,8 años para ellos y tan solo 23,8 años para las chicas. En Campo Lameiro se produce un contraste curioso, dado que los hombres dan el "sí quiero" a los 28,9 años pero las mujeres no dan el paso hasta los 35,3. En el resto de los concellos las diferencias no son tan significativas con la capital pero siempre se mantiene la edad media para casarse por debajo salvo dos excepciones. Se trata de Vilaboa, en donde la media para unirse en matrimonio es a los 35 y a los 32,7 años de edad, y en Ponte Caldelas, donde ellas sí se casan relativamente pronto (a los 29,6 años) pero los chicos aguardan hasta superar los 35 como media.
Curiosamente, la juventud a la hora de llegar al matrimonio no parece sinónimo de mayor natalidad. De hecho, estos concellos del rural tienen una media de hijos por mujer menor que en la capital y en otras poblaciones de la comarca con mayor población. Así, en Pontevedra la media de nacimientos por mujer es la más alta con 1,2, similar a la de Marín o Vilaboa. En A Lama y Campo Lameiro se registran las más bajas con 0,6.
La tasa bruta de natalidad, es decir el número de nacimientos por cada mil habitantes, la lideran los municipios de Poio y Pontevedra, mientras que la de mortalidad (es decir, número de fallecidos por cada mil individuos) la encabezan Cuntis y Cotobade.-
Aunque se casan más pronto en estos municipios, tampoco quiere decir que haya un fervor más elevado por el matrimonio que en otras zonas de la comarca. Así, la tasa de nupcialidad (es decir, el número de matrimonios por cada mil habitantes mayores de 15 años) es la más baja de la comarca en los concellos de Campo Lameiro (hay 1,5 bodas por cada mil habitantes con edad para casarse) y A Lama (con un índice de 1,8). La más elevada es en Pontevedra (con 4 bodas por cada mil habitantes) y curiosamente en Barro (con una tasa de 4,3).
Los indicadores de población de 2013 publicados ayer por el IGE vuelven a confirmar que Pontevedra resiste mejor que la media de la provincia el recambio de su población activa, es decir, la comparación entre el número de individuos entre 60 y 64 años y los de entre 15 y 19 años. Este índice mide la capacidad de una población para sustituir a los individuos que se van jubilando. En la provincia hay una media de 140,6 personas a punto de jubilarse por cada 100 en edad de entrar a trabajar. En Pontevedra este índice es de 124,2 camino de la jubilación por cada centenar a punto de entrar a trabajar. Caldas presenta el mejor índice de la comarca con 112 y Poio con 117.

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