Pontevedra en Semana Santa: una oferta que no frena ni el mal tiempo

El programa religioso se complementa con paseos, arte, naturaleza y gastronomía

La Semana Santa está ya aquí y, aunque la meteorología sea una incógnita, la comarca de Pontevedra confía en mantener su tirón para vecinos y visitantes por igual con una amplia oferta donde siempre hay cosas que poder hacer, haga sol o llueva. Y es que en pocos kilómetros se concentra una de las mejores ofertas de las Rías Baixas, con múltiples posibilidades para organizarse, por libre o en grupo, para disfrutar de los días festivos que se aproximan.
La Semana Santa es la primera gran cita del año, la antesala del verano y aquí un nombre destaca sobre todos: Sanxenxo. La capital turística de las Rías Baixas lo tiene todo preparado para los visitantes, no en vano es la primera localidad de Galicia y la segunda de España con más establecimientos y servicios certificados por el sello Q de Calidad.

Estos son días para un turismo que busca tranquilidad y relax. No se olviden de recorrer el espectacular paseo de Silgar, o disfrutar de las terrazas en las calles que confluyen hacia el puerto deportivo. Pontevedra también permite al visitante perderse en sus múltiples plazas y degustar su gastronomía y vinos de gran calidad, en espacios como la Praza da Leña o A Ferrería. Si hace buen tiempo, hay lugares naturales cercanos de fácil acceso en coche. Por ejemplo, destacan la cascada y molinos de Barosa, en Barro, al lado de la N-550; las salinas do Ulló, en Vilaboa, accesibles desde la N-554; el lago de Castiñeiras, en Marín; o la playa de A Lanzada, en Sanxenxo.

En el ámbito religioso, en Pontevedra vale la pena acercarse, o por devoción o por curiosidad, a los actos del Domingo de Ramos -12.30 horas en A Ferrería-; la procesión de los Pasos, en Jueves Santo -20 horas, basílica de Santa María-; la del Santo Entierro, en Viernes Santo -20 horas, basílica de Santa María-, por citar algunas de las más concurridas.
Si le gusta el arte, tiene una cita con El Greco en el Museo de Pontevedra, donde se muestra uno de sus cuadros -Retrato de un médico-, con motivo del 200 aniversario del Museo del Prado.