Los reductores de velocidad del Plan Móvese llegan a las carreteras de Barro

Se instalan ocho "lombos" para el calmado del tráfico en los viales de Mané a Rebón, Portela-Valiñas-Portas y Curro-San Amaro -En la provincia se harán 600 pasos elevados

Los dispositivos de calmado de tráfico que la Diputación está instalando enel marco del Plan de Mobilidade e Velocidade Segura (Móvese), están ya colocados en varios puntos de las carreteras provinciales do concello de Barro. Según indicó el diputado provincial de Mobilidade, Uxío Benítez, este municipio verá finalizados los últimos ajustes de los ocho reductores de velocidad solicitados por el Concello en los próximos días.
Las obras del Plan Movese en Barro se iniciaron hace varias semanas con tres brigadas de trabajo de la empresa Taboada e Ramos, que primero realizó mejoras con el equipo de albaniles, para después llevar a cabo el aglomerado y el pintado de la nueva señalización horizontal, así como la instalación de las señales verticales. En total, en Barro habrá ocho reductores de velocidad de vehículos instalados en las carreteras EP-0503 Mane-Rebón, EP-0507 Portela-Valiñas-Portas y EP-0508 Curro-San Amaro.
En el primero de los viales se colocarán tres "lombos" en los puntos kilométrico 0+260 (con un largo de nueve metros), otro en el punto 0+400 y un tercero en el 0+470. En el caso de la carretera entre Portela y Portas, habrá también otros tres reductores instalados en el punto kilométrico 1+700, otro en el 2+400 y un último en el 4+400. Finalmente, en el vial entre Curro y San Amaro habrá dos, en el 0+90 y en el 1+170.
Estas actuaciones se verán completadas con la instalación de pasos de peatones sobreelevados y otros reductores de velocidad en las carreteras de Curro a San Amaro una vez se realicen las obras de acondicionamiento por coincidir con un tramo del Camiño Portugués a Santiago, y en la EP-0505 entre la carretera nacional a Santiago (N-550) y la iglesia de Perdecanai, cuya reforma está inacabada y precisa de mejoras.

Las actuaciones del Plan Móvese se diseñaron después de recibirse las solicitudes de los concellos, que enviaron a la Diputación las ubicaciones en las que consideraban que se debían instalar reductores de velocidad por problemas de seguridad viaria. Esas peticiones fueron después supervisadas por funcionarios provinciales que llevaron a cabo los ajustes técnicos correspondientes. El departamento de Mobilidade ejecutará este año cerca de 600 elementos de calmado de tráfico en toda la provincia tras recibir más de un millar de peticiones.


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