Cuentan cómo llevan el corte de servicio nocturno en sus casas, que también afecta a establecimientos de hostelería
El corte de suministro de agua, que se hizo oficial desde el pasado miércoles, día 23, trastornó la rutina de algunos vecinos durante la jornada del martes, al no haber sido avisados con anterioridad de las restricciones que se estaban produciendo.
María Suárez Dueña del bar O PinchoUna vecina de la comarca cuenta que ese día, cuando llegó a casa, sobre las 21.00 horas, tenía agua. Poco después, otra vecina le preguntó si recibía suministro, y, al abrir el grifo, se dio cuenta de que no había agua corriente: al vivir en un segundo piso, la presión no alcanzaba. Cuando su marido volvió a casa "cheo de po despois de traballar", ante la carencia de agua en su hogar para ducharse, se tuvo que desplazar hasta la casa de sus padres, fuera de Barro.
"Non podemos servir cafés, e temos que limpar antes ou acumular auga para fregar despois. Tamén oímos aos veciños queixarse"
"Foron preto de tres horas as que estivemos sen auga", asegura. Al día siguiente, en su portal ya figuraba la nota informativa del Concello, avisando de las horas en las que el suministro cesaría. "Lo que más nos molestó fue que no avisaran", manifiesta. Mientras tanto, se organiza con una garrafa de agua para abastecerse durante la noche.
Por otro lado, vecinos de la zona critican el consumo irresponsable del agua por parte de otros residentes de Barro, que no se limitan al uso doméstico, llenando sus piscinas o regando sus jardines, lo que provoca que el depósito se vacíe más rápido.
Las más afectadas son tres casas de la zona de Outeiro, que son "ás que antes se lles curta o subministro", según declara el teniente de alcalde, José Sanmartín. Uno de los afectados es Manuel Castro, al que se le restringe el servicio desde la medianoche. Para arreglarse durante las horas en que no hay agua, llena cubos que luego pueden tener múltiples funciones.
El bar O Pincho es el único establecimiento de hostelería afectado por esta medida, ya que el local cierra a las 2.30 horas de la madrugada. Su dueña, María Suárez, lamenta que no pueden "servir cafés, e temos que limpar antes ou acumular auga para fregar despois". También afirma que en su bar "oímos aos veciños queixarse" de los cortes nocturnos.
Afortunadamente, ella no vive en Barro. Si no, admite que estaría "aínda máis cabreada".
http://diariodepontevedra.galiciae.com/gl/nova/746483/vecinos-de-barro-nos-molesto-que-no-avisasen
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