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miércoles, 14 de agosto de 2024

Los técnicos dicen que un 5% de las viñas cortadas en Barro pueden recuperarse

Dos cooperativistas sostienen una de las cepas centenarias. RAFA FARIÑA 

 photo_camera Dos cooperativistas sostienen una de las cepas centenarias. RAFA FARIÑA
 

La Guardia Civil investiga los hechos como presunto delito de daños, que puede estar penado hasta con cinco años

Un 5% de las más de 900 cepas cortadas por la base en la finca de la Cooperativa Viña Moraima podrá recuperarse. Así lo estiman los técnicos que están trabajando con los cosecheros, cuando se cumple una semana de la fecha en la que un grupo de personas atacó el viñedo causando daños por valor de unos 120.000 euros.

El portavoz de los cooperativistas, Roberto Rivas, indicó esta semana que, después de un primer momento en que los socios estaban en "estado de shock" , la entidad empieza a ver la luz, al comprobar la evolución de los trabajos policiales y el importante apoyo y solidaridad desatado hacia la bodega.

"Nós cremos que unha persoa que coñece este mundo non foi a que fixo isto e mantémolo, porque unha persoa colleiteira non ataca deste xeito aos viñedos", sostiene Roberto Rivas, que señala que fueron precisamente las personas más vinculadas a este mundo las que mostraron mayor empatía y apoyo a la cooperativa estos días.

El pasado viernes por la tarde, los trabajadores y socios constataban como un repentino mal estado de las viñas en un sector de la parcela de cerca de 8.000 metros que habían cultivado hace cuatro años, les llevaba a descubrir que habían cercenado por la base más de 900 pies de viña, entre ellos, un algunos que eran verdaderas reliquias y tenían más de 200 años.

Desde entonces, la principal preocupación de Moraima no fue otra que poner en manos de la Guardia Civil una de las que pueden ser las principales ayudas en la investigación: la grabación de la nave anexa en la que se ve el movimiento entre los viñedos y como caen algunas de las cepas al iniciarse la acción delictiva.

La Guardia Civil investiga los hechos como presunto delito de daños, una consideración que, en este caso, incluso podría estar penada con varios años de prisión, puesto que este delito es castigado en función del valor del daño causado. De este modo, si el valor no supera los 50.000 euros, la pena puede ser de prisión de seis meses a tres años, o multa de doce a veinticuatro meses, pero si el valor de los daños es superior a los 50.000 euros, la pena sería de prisión de uno a cinco años.

La firma estima actualmente que el valor de lo perdido sí supera los 50.000 euros, siempre que en un hipotético proceso judicial se tenga en cuenta que son necesarios otros cuatro años para poder plantar y poner a producir las cepas que faltan, lo cual significa que se dejarán de ingresar unos 30.000 euros en cada año de producción.

Los pies que han sido segados siguen, en estos momentos, un irreversible proceso de secado, que, según Roberto Rivas, se cree que afectará a casi todas las cepas. "Os técnicos cos que traballamos din que un 5% poden recuperarse, posto que se mantén a raíz, e, se o ataque se tivera producido noutra época do ano, incluso serían mais xa que terían máis forza".

Para lo que no hay esperanza es para las cepas de 200 años que había en la finca. Eran un par de ejemplares que los viticultores mantenían con gran mimo y que hacen pesar en la saña empleada por quienes atacaron el viñedo, puesto que además de su importante valor sentimental, parece claro que fueron necesarias herramientas específicas de mayor capacidad de corte para cercenar las cepas.

Lo único positivo, dentro de esta situación tan atípica, relatan, ha sido la respuesta de la sociedad. "Temos moito interese, moita demanda máis e xente que nos chama e nos pregunta onde se vende o noso viño, porque dalgún xeito queren axudar comprándoo".

Viña Moraima se fundó en 2006, con 11 socios y tendrá cosecha en 2024 aunque esta sea menor. La firma maneja unas 15 hectáreas de parcelas de los socios, y en circunstancias normales tiene capacidad para producir unas 100.000 botellas anuales. Una cifra que les mantiene lejos de las grandes superficies comerciales a sus caldos: Aba de Trasumia, Moraima Albariño, Moraima Caíño, y Mausiño, el vino que elaboran con las cepas de ratiño, que estaban en desuso y que esta cooperativa lucha por recuperar.

https://www.diariodepontevedra.es/articulo/comarca-de-pontevedra/tecnicos-dicen-que-5-vinas-cortadas-barro-pueden-recuperarse/202408090916261315525.html

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