Las cascadas o fervenzas (en gallego) son uno de los espectáculos más bellos que nos presenta la naturaleza. Quien no se ha quedado embelesado alguna vez cuando caminaba por el monte y de repente, sin esperarlo, el ruido del agua invade el espacio y al girar la cabeza... ahí está: un salto de agua. Todo un espectáculo de la naturaleza que nunca deja de sorprendernos.
En Galicia podemos presumir de tener una gran cantidad de cascadas o fervenzas, como nos gusta llamarlo a los gallegos. Cada rincón de la geografía gallego guarda una sorpresa, y muchas ocasiones es en forma e agua.
Fervenza de Barosa
Este es uno de esos lugares de Galicia que hay que conocer. En Barro, por la carretera N-550 que une Caldas con Pontevedra, al coger un desvío se llega al Parque natural del Río Barosa. Este parque es denominado así porque por aquí discurría un antiguo camino al que se le conocía con este nombre.El lugar cuenta con un hermoso salto o cascada de agua, en donde el Río Barosa salva casi 60 metros en muy poca distancia. La cascada es imponente, pero en la base de la misma hay una pequeña playa fluvial donde vecinos y turistas se bañan en aquellos días que el sol aprieta.
Fervenza de Casariños
La parroquia de Fornelos de Montes de A Laxe se encuentra prácticamente metida en la Serra do Suido, en una de las zonas más lluviosas de la península. Por ello, en esta zona se encuentran algunas cascadas populares, entre las que se encuentra la conocida como Casariños.
Gran parte del año lleva abundante agua gracias a las lluvias constantes y se deja caer a través de dos espectaculares saltos casi verticales que forman grandes escalones. La fervenza está formada por la unión de dos ríos denominados Barranqueira de Fonte Uceira y Barranqueira do Rego de Casariños
Fervenza de Aguacaída
En Pantón (Lugo), en plena Ribeira Sacra, se encuentra una de las cascadas más desconocidas de Galicia pero que compite en espectacularidad con otras de la comunidad. Las aguas del Rego das Cernadas y del Calve y se encaja en un profunda valle rocoso que desciende 300 metros en poco menos de 2 kilómetros. En su tramo final es donde se forma la cascada de unos cincuenta metros de altura.
Fervenzas de Tourón
Por el concello de Melón (Ourense) discurre un río que desde su nacimiento hasta su desembocadura está lleno de lugares espectaculares. Entre ellos destacan las fervenzas de Tourón. En su base nos encontramos con una poza en la cual se vierte el agua en forma de una pequeña cascada. Si uno mira hacia arriba se podrá encontrar la gran fervenza
Fervenza da Cidadella
El concello de Vilardevós (Ourense) mantienen una orografía muy complicada, con grandes valles y montañas. Y es precisamente su orografía la que le confiere una característica peculiar a esta fervenzal, situada en la frontera con Portugal. Aquí el río tiene que descender un terreno que forma un descenso de 50 metros de desnivel en un tramo de tan solo 200 metros. Para ello el río forma unos espectaculares saltos y pozas en donde el más grande supera los 30 metros de verticalidad.
De momento empezamos con estas cascadas pero seguramente tengamos que hacer más artículos con otras muchos saltos de agua en la comunidad gallega.
Cascada del Ézaro
No podemos empezar esta lista sin mencionar la Cascada por excelencia de Galicia, la del Ézaro. Situada en la localidad de Dumbria (A Coruña), en plena Costa da Morte, la Cascada del Ézaro tiene la peculiaridad de ser la única de todo el continente europeo cuyas aguas van directamente al mar.
Sus aguas pertenecen al río Xallas, que forma en su desembocadura este espectacular salto de agua, que alcanza los 40 metros de altitud.Cualquier momento es oportuno para visitar este espectáculo de la naturaleza, pero es muy recomendable hacerlo en alguna de las noches del año en que es iluminada, que son las de Semana Santa, la noche de San Juan y las noches de los sábados en verano. El juego de las luces y la fuerza del agua conforman un espectáculo único. Es digno de admirar.
Seimeira de Vilagocende
La Cascada del Ézaro es la más famosa de Galicia, pero si quieres ver la que para muchos es la cascada más grande de Galicia hay que acercarse hasta A Fonsagrada (Lugo). A solo 6 km y bien señalizada desde el casco urbano está la conocida como Seimeira de Vilagocende. Seimeria significa salto de agua, y eso es precisamente lo que uno podrá ver cuando se acerca a este lugar.
El río Porteliña nutre esta cascada enmarcado en un bosque autóctono de ribera como robles, abedules y alisos.
Fervenza de Belelle
Es una de las cascadas más espectaculares de Galicia, aunque una de las más desconocidas. Situada muy próxima a las Fragas del Eume, en el municipio de Neda (A Coruña), nos encontramos con este salto de agua de unos 45 metros que obtiene sus aguas del rio belelle.
Además de contemplar la belleza de su cascada, en Belelle uno también puede disfrutar de un baño en una de las pozas naturales que hay en la base de la cascada.
Como casi todos los ríos gallegos, tiene caudal todo el año, pero en invierno y otoño aumenta considerablemente, siendo la mejor época para admirar la fuerza del agua. Sin embargo, si quieres aprovechar para darte un baño, será mejor que te acerques un día caluroso.
Fervenza de Férveda
En la parroquia de Escuadro, en el municipio de Silleda (Pontevedra), rodeada de una frondosa vegetación, se encuentra la fervenza de Férveda, que tiene un salto de 17 metros de altitud.
La cascada la forman las aguas del Río Toxa y junto a ella hay cuatro molinos que convierten el lugar en un paraje más bucólico si cabe.
Cataratas del Río Toxa
En los alrededores de Silleda (Pontevedra) nos encontramos también con el bosque da Fervenza do río Toxa, un espacio incluido en el Espacio Natural protegido del sistema fluvial Ulla-Deza. La catarata cuenta con un salto de unos 60 metros de altura, que se podrá divisar tanto desde las sus miradores como desde la base de la catarata.
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