Los comuneros millonarios y visionarios

El polígono industrial de Barro-Meis se levantó en terrenos pertenecientes a los comuneros de Curro (Barro), a orillas de la carretera que va desde Pontevedra a Vilagarcía. Así que, hace ya unos años, la comunidad de montes terminó con unos seis millones de euros en su cuenta fruto de las expropiaciones. Había que decidir cómo gestionar todo ese dinero. Lo recuerda bien Miguel Ángel Maquieira, presidente entonces y ahora de la comunidad: «O que sempre pretendemos é ter a cabeza fría e mirar moi ben o que faciamos cos cartos», indica. Y debió ser así. Porque, ahora que han pasado unos cuantos ejercicios, los resultados son claros: se construyó un complejo deportivo y de ocio enorme que disfruta toda la parroquia y que convierte Curro en un lugar apetecible para las familias. Pero no solo eso. También se invirtió un buen pellizco en Bonos y Obligaciones del Estado y de determinadas comunidades autónomas. «Foi unha decisión complicada porque se tomou en anos nos que a prima de risco estaba disparada e as cousas non pintaban ben. Pero elixíronse valores seguros e rendas fixas». Ahora mismo, la comunidad está cobrando unos 130.000 euros anuales de intereses. Así que de aquellos seis millones todavía conserva la mayoría en la cuenta.

Desde el inicio, los comuneros tenían claro que había que hacer un complejo que ayudase a parar una sangría: la de la bajada poblacional en todo el rural gallego. Por eso levantaron un complejo deportivo y pusieron en marcha cosas como una ludoteca gratuita para los meses de las vacaciones escolares. La idea de que Curro tiene unos servicios de órdago fue calando en el personal y las casas que se ponen a la venta en esta parroquia, ubicada en las orillas de la carretera que va a Vilagarcía, todas hacen hincapié entre sus ventajas en el derecho que tienen los vecinos de a usar esas instalaciones. «O feito de ter fixada a residencia aquí, de ter unha casa, da dereito a ser comuneiro e, obviamente, a usar todas as instalacións. O importante de todo isto é facer parroquia, que haxa servizos e que se fixe poboación», insiste Maquieira. ¿Han servicio estos incentivos para, realmente, hacer crecer la población? Lo cierto es que Barro, aunque en el último ejercicio perdió población, logró mantener el tipo en cuanto a cifras de habitantes mucho mejor que otros concellos colindantes. Y dentro Barro Curro es una de las parroquias pujantes. Fruto de ello es la única que mantiene una escuela unitaria abierta.
¿Cuáles son los planes de los comuneros en cuanto a inversiones? Tienen muchos. Entre ellos climatizar la piscina que ya cubrieron el año pasado para usarla durante más meses. Con respecto a sus bonos estatales o de comunidades, la mayoría no terminan hasta dentro de unos cuantos años. Entonces, se verá qué pasa con las inversiones tras las pertinentes asambleas.
Están sacando alrededor de 130.000 euros anuales de sus Bonos del Estado


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