Cuatro exalcaldes aspiran a recuperar el mando en sus concellos

Catalina González, Gonzalo Pita, Elena Estévez y José Antonio Landín quieren volver a ser regidores en Sanxenxo, Bueu y Barro

La contienda electoral de las próximas municipales tiene en la comarca de Pontevedra a cuatro exalcaldes encabezando candidaturas con el objetivo de recuperar las alcaldías que un día dirigieron. Dos de estos exregidores lucharán por conseguir el respaldo de sus vecinos en Sanxenxo, Catalina González y Gonzalo Pita, mientras que los otros dos son Elena Estévez, en Bueu, y José Antonio Landín, en Barro.
El caso de Sanxenxo es el más llamativo. Catalina González fue durante muchos años concejala del Partido Popular y con Telmo Martín en la alcaldía, la edila asumió la tenencia de alcaldía. Cuando Martín renunció en el 2006 al cargo para aspirar a conseguir la alcaldía de Pontevedra para el PP, los populares optaron por González para sustituirle. De hecho, Catalina González rigió Sanxenxo desde el 2006 hasta el 2015, cuando el regreso de Telmo Martín a la política municipal sanxenxina dejó sin opciones a la exregidora, que se apartó de la vida política por un tiempo. Hace meses, Catalina González empezó a sopesar su regreso a la política activa, tanteó sus apoyos y se dio de baja en el PP, al asumir el liderazgo de una nueva formación de corte local, Xuntos por Sanxenxo (XxS).

Telmo Martín tendrá también en frente en al carrera por el bastón de regidor a su actual teniente de alcalde y aliado del actual pacto de gobierno, el liberal Gonzalo Pita. Y aquí si ya es inusual que un alcalde deje su partido para hacerle la competencia con otro, como es el caso de Catalina González, la estela política de Pita en el mandato a punto de concluir podría decirse que es única en Galicia, si no en España. En el 2015, Gonzalo Pita logró la alcaldía de Sanxenxo con un cuatripartito formado por su propia formación política, Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL), el BNG, el PSOE y Sanxenxo Pode. Toda la oposición se unió para aprovechar la debilidad del PP, que se quedó a un único escaño de la mayoría absoluta. El cuatripartito empezó con muchas ilusiones pero se estrelló al año. Uno de sus integrantes, el concejal de Cultura, Roberto Carlos Agís, de Sanxenxo Pode, renunció a formar parte del ejecutivo local y a su partido y permanece en la corporación como edil del grupo mixto. Otro año más pasó y las tensiones internas en el tripartito, entre SAL por un lado y el BNG y el PSOE por el otro acabaron con la ruptura de los liberales. Y es que Gonzalo Pita y los ediles Jesús Sueiro y Daniel Fernández negociaron y firmaron un pacto de gobierno con el PP de Telmo Martín, el mismo al que se habían opuesto dos años tras los comicios municipales. Pita se encontró con el rechazo de su única concejala, Vanessa Rodríguez Búa, que se fue de SAL y ahora lidera la opción de Ciudadanos para las elecciones de este mes. Por su parte, en base al acuerdo firmado entre PP y SAL, el alcalde Pita dimitió para investir a continuación a Telmo Martín como regidor y quedándose él como teniente de alcalde. Los liberales justificaron estas decisiones en que un tripartito en minoría y con fuertes discrepancias internas no iba a ninguna parte, ni sería capaz de sacar adelante los proyectos del mandato que sí les garantizaba el pacto con el PP.

Al otro lado de la ría, en Bueu, los populares han rescatado a su exalcaldesa, Elena Estévez, que se alzó con el bastón de mando en la villa en el 2004 en una moción de censura contra el nacionalista Félix Juncal, actual regidor, y que contó en aquel momento con el respaldo de la ya desaparecida IBueu. Estévez no lo tuvo fácil y se encontró con que en el 2007, su partido la apartó de la primera línea de la candidatura para elegir a otro candidato, José Barreiro, que no logró retener Bueu para el PP. Tras varios intentos con otras caras, los populares solo fueron cosechando peores resultados en cada comicio local, mientras el BNG se reforzaba a su coste y del PSOE. Para esta nueva contienda electoral el PP recuperó a Elena Estévez, que tiene ante sí un reto difícil, recomponer su partido en Bueu en un momento de horas bajas a nivel nacional y dar la batalla para lograr la alcaldía a un Félix Juncal que ha gobernado cómodamente desde hace dos mandatos con mayorías absolutas.

José Antonio Landín Eirín fue alcalde de Barro desde 1983 hasta el 2015, con un breve intervalo en el que estuvo inhabilitado. El PP tenía en Barro uno de sus feudos en la comarca de Pontevedra, pero todo cambió hace cuatro años, cuando perdió la mayoría absoluta y en su lugar el nacionalista Xosé Manuel Fernández Abraldes sumó los votos suficientes para conseguir ser el alcalde. Ahora, cuatro años después, Landín y Abraldes volverán a medir sus fuerzas en una nueva contienda electoral.

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