-Cita a los afectados que aceptaron la valoración inicial para el tramo Vilaboa-Marcón -El calendario oficial mantiene el verano de 2019 para su posible entrada en servicio
A punto de cumplirse un año para el inicio real de las obras de la A-57, en su tramo de circunvalación de Pontevedra entre Vilaboa y Marcón, el Ministerio de Fomento ha comenzado a citar a los propietarios afectados para completar el pago de las expropiaciones. Vecinos de Tomeza ya han recibido, por ejemplo, la convocatoria para ingresar todo el importe, si bien en aquellos casos donde hubo mutuo acuerdo. Ya hace unos meses se ingresaron los depósitos previos.
Al margen de los recursos y pleitos judiciales entablados por algunos afectados en desacuerdo con la valoración inicial, con este proceso el ministerio completa el trámite de obtención de los terrenos, que llega con apenas una cuarta parte de la ejecución realizada. Aunque la ceremonia de "primera piedra" se realizó en octubre de 2015, hasta enero de 2016 no hubo movimientos significativos de las máquinas a lo largo de A Fracha.
El calendario oficial establecía un plazo total de 40 meses para completar la obra, con lo que se mantiene la previsión de que antes del verano de 2019 esta autovía de 6,5 kilómetros entre en servicio, a falta de que se diseñe su prolongación hacia el norte que dote de más utilidad a este pequeño tramo inicial. Se trata de los recorridos entre Marcón y Xeve y desde ahí hasta Curro, en Barro.
El tramo en obras entre Figueirido (Vilaboa) y A Ermida, en Marcón ocupa más de un millón de metros cuadrados de terreno, y se estimaba que había que expropiar ocho edificaciones, según el proyecto técnico elaborado en su día por Fomento. Se trataba de 914 fincas en el municipio capitalino y otras 1.210 en Vilaboa.
Este primer sector de la circunvalación contará únicamente con dos enlaces, al principio y al final del tramo. Comienza en A Ermida, con una nueva rotonda en la carretera de Ponte Caldelas. El otro enlace permitirá unir la circunvalación con la N-550 en Figueirido y obliga a crear un ramal de dos carriles entre ambos viales de 1,8 kilómetros.
A lo largo de los 6,5 kilómetros de recorrido entre A Ermida y Figueirido, este primer tramo de la circunvalación se construirán quince estructuras, de las que cinco serán pasos superiores, otros seis inferiores y cuatro viaductos para salvar otros tantos cauces fluviales: el río Pintos, con un puente de 90 metros de longitud, río do Pobo (104 metros), Rego do Barco y los molinos del mismo nombre (160 metros) y el tendido del ferrocarril. Precisamente estas afecciones a cauces fluviales obligó a tramitar una autorización específica ante Augas de Galicia, permiso que la empresa adjudicataria, San José, aún pidió recientemente.
A la espera de prolongarse
Pero este tramo entre Vilaboa y Marcón quedará incompleto si no se prolonga, especialmente hacia el norte hasta enlazar con la AP-9, Después de veinte años de trámites, todas las variantes y tramos en estudio se limitan ahora a tres: el que está en obras y los dos hasta Curro.
En 2005 comenzó a hablarse de la A-57 como autovía alternativa a la autopista que uniría O Confurco, en las proximidades de Ponteareas, con Pontevedra. Durante cuatro años se encargaron estudios informativos, propuestas de trazado y proyectos de obra para los seis tramos en los que se dividió todo el recorrido. Y en 2009 surgió la opción de la A-59, una autovía complementaria a la primera y que la conectaría con la red arterial de Vigo. Todos los trazados levantaron gran rechazo vecinal, aún patente en la plataforma Salvemos A Fracha.
Con el tiempo, la propia A-59 y cinco de los trazados de la A-57, desde Vilaboa hacia el Sur, quedaron en suspenso y Fomento se volcó en exclusiva en el primer trecho de la circunvalación, entre Vilaboa y A Ermida, con tramitaciones aún pendientes para su continuidad hasta Xeve y su posterior prolongación hasta Curro. Desde 2009 no hay avances en el sector sur, pero si en el que atraviesa A Fracha. En enero de 2011 se expuso al público el estudio informativo y el trazado definitivo se aprobó en septiembre de 2012. Paralelamente se trabaja en los tramos A Ermida-Pilarteiros y Pilarteiros-Barro, pero ahora aún faltan los estudios ambientales y los proyectos de obra.
El trámite ambiental de A Fracha si salió adelante, aunque en varias fases y con rectificaciones, que provocaron un recurso judicial de los vecinos, finalmente desestimado. El BOE publicó resoluciones al efecto al menos en cinco ocasiones. Fue en mayo de 2014 cuando se licitaron los trabajos de control y vigilancia de las obras y los trabajos se sacaron a concurso, por más de 80 millones, en enero de 2015. Fue en junio de ese año cuando se seleccionó la oferta de San José, de algo menos de 60 millones, adjudicación confirmada en agosto.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2016/12/07/fomento-completa-pago-expropiaciones-57/1584030.html
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