El Camino Portugués a Santiago se consolida como el segundo itinerario más transitado de la Ruta Jacobea, solo por detrás del Camino Francés.
En lo que va de año recorrieron el Camino Portugués 34.000 peregrinos, lo que supone más del 19 % de todos los peregrinos que obtuvieron la Compostela, la credencial que certifica que se ha completado la Ruta Jacobea. En 2019, este Camino recibió 72.355 peregrinos, el 20,80 % de todos los que recibieron la Compostela en 2019, que fueron 347.559. Estos datos oficiales ya de por sí importantes, en la práctica lo son en mayor medida, ya que son más los peregrinos que hacen el Camino que los que sellan la Compostela en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino.
En cuanto al Camino Portugués de la Costa, más de 7.400 peregrinos completaron la ruta hasta la fecha durante este 2021. En 2019 este Camino lo hicieron 22.291 peregrinos, lo que supuso el 6% del total de peregrinos que hicieron el Camino de Santiago, lo que situó a esta ruta, junto con el Camino del Norte, en la tercera más transitada de ese año, en el que se batió el récord de peregrinos que recibieron la Compostela, con 347.559 caminantes.
EL CAMINO MÁS SEGURO
El Camino Portugués a Santiago inicia su recorrido por Galicia en Tui o en A Guarda, según se transite por interior o por la costa. De este modo se continúa con una ruta que arranca en Lisboa. Precisamente en una reciente visita a la capital del país vecino, el vicepresidente primero de la Xunta Alfonso Rueda puso al Camino Portugués como ejemplo de recuperación turística y animó a los empresarios del sector en Portugal a promocionarlo como una oportunidad de negocio y de promoción turística. No en vano, Portugal es la nación extranjera que más peregrinos aporta, seguida de Italia, Alemania, Francia y Estados Unidos.
Así mismo, Rueda valoraba cómo el Xacobeo está siendo uno de los motores de la recuperación económica en Galicia y recordaba que la Comunidad se encuentra a la cabeza en la recuperación turística de España, gracias al trabajo hecho en estos meses para reforzar la imagen de Galicia como destino seguro y de calidad con un modelo de turismo tranquilo y sostenible.
Además de todas las medidas de seguridad a lo largo del trayecto, perfectamente señalizado, y estricto seguimiento de las indicaciones sanitarias en la amplia red de albergues, el Camino Portugués es adecuado para un amplio abanico de usuarios. La regularidad de su trazado lo hace especialmente indicado para caminantes que precisen de escasa dificultad. Además, de todos los caminos que llevan a Compostela, es el más aconsejado para los peregrinos en bicicleta, por tratarse de un terreno llano, sin apenas desniveles, con pistas de tierra fáciles de transitar y algunos tramos asfaltados.
PONTEVEDRA, EJE DE LAS RUTAS PORTUGUESAS
El Camino Portugués en su tramo gallego tiene dos posibilidades: la ruta interior y la que discurre por el trazado que dibuja la costa atlántica. El Camino Portugués interior comienza en Tui y recorre 6 etapas. Por su parte, el Camino Portugués de la Costa arranca en A Guarda y se desarrolla en 8 etapas.
Ambos caminos portugueses tienen su principal punto de paso en la ciudad Pontevedra, ya sea caminando por sus calles o disfrutando de los paisajes naturales de sus bosques y su ría.
El Camino Portugués se consolida como el segundo itinerario más transitado de la Ruta Jacobea
La céntrica iglesia de la Peregrina, al pie de la ruta, guía a los peregrinos con su particular arquitectura, que mezcla un barroco tardío con formas neoclásicas, y su planta en forma de concha de vieira, símbolo de los peregrinos, con finalización en cruz. La construcción de la iglesia data de finales del siglo XVIII y en su interior acoge la imagen de la Virgen Peregrina, del siglo XIX, patrona de la provincia de Pontevedra y, a su vez, del Camino Portugués. Acompañan a la virgen, a cada uno de sus lados, las imágenes de Santiago y San Roque, con el detalle de que los tres están vestidos de peregrinos.
A continuación, el Camino Portugués a Santiago lleva al peregrino a otro espacio emblemático de la ciudad del Lérez. La plaza de A Ferrería, acompañada de los jardines de Casto San Pedro y su fuente del siglo XVI, la plaza de la Estrela y el convento de San Francisco, que conserva la iglesia gótica de más de cien metros de longitud en cuya fachada se puede contemplar su gran rosetón.
El caminante atravesará uno de los centros históricos mejor conservados y abandonará la ciudad en su ruta a Compostela por el emblemático puente de O Burgo, de origen romano pero sustituido en el siglo XII por otro formado por once arcos rebajados de medio punto y realizado en sillería medieval.
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