A FINALES de la pasada semana, justo antes de que se iniciase este largo puente, mi intención era hablar en estas líneas de la designación de Marta Ortega como presidenta de Inditex. Entre otras cosas porque me ha molestado sobremanera que desde tantos ámbitos se la haya puesto en cuestión. No ocurrió eso cuando Ana Patricia Botín heredó de su padre la presidencia del imperio del Banco de Santander con tan solo un 2% de las acciones, por ejemplo. Pero no, no voy a hablar de ello.
También tenía en aquellos días la intención de reflexionar en voz alta en torno a lo que supondría para nuestro país, imagínense, incorporar a un "gobierno de concentración" a una figura como Pablo Isla, una vez que quede liberado de sus responsabilidades en Inditex. Más allá de cuestiones de índole partidista creo que nadie puede dudar de lo beneficioso, especialmente en un momento de crisis como el actual, que resultaría para todos que entre quienes nos gobiernan hubiera personas que han demostrado con creces, y con éxitos, sus habilidades a la hora de gestionar. Pero no, tampoco voy a hablar de eso.
Y no voy a hablar de nada de eso porque durante este puente he tenido que soportar, con no poco sonrojo, varias alusiones al estado de suciedad y abandono de nuestro entorno realizadas por parte de visitantes que nos han llegado de otras tierras. Varios de ellos se referían concretamente al descuido y a la basura que se puede observar acumulada en las orillas de las carreteras, así como en las inmediaciones de varias rutas de senderismo. Estos visitantes no daban crédito a que los principales accesos a los más destacados municipios turísticos de las Rías Baixas se mantuvieran en esas penosas condiciones. Pero así es. Lo pude comprobar yo mismo durante un traslado que realicé desde mi negocio, en Meis, hasta Pontevedra.
Al parecer, durante la semana pasada los operarios de Copasa, la empresa encargada del mantenimiento de la autovía del Salnés (recordemos que se trata de una autovía de titularidad de la Xunta) estuvieron realizando las labores de desbroce en varias zonas de esta carretera. Lo cual está muy bien, siempre y cuando esas labores de desbroce vayan inmediatamente acompañadas de otras de limpieza. De lo contrario, lo que ocurre es que la basura acumulada en los arcenes y cunetas, que hasta ahora estaba oculta por la maleza, queda a la vista de todos, generando una imagen deplorable. Añádanle a mayores, por ejemplo, el lamentable estado de abandono del nudo de Curro, el feísmo que nos acompaña durante todo el recorrido o la descuidada estética que impera en las rotondas y nos toparemos con una realidad absolutamente vergonzante.
Tal era mi irritación que decidí llamar a Copasa (una empresa que recibe de la Xunta 6,3 millones anuales por el mantenimiento de las autovía del Salnés, de la Costa da Morte y la de Celanova) solicitando una explicación acerca del lamentable estado de suciedad y abandono en el entorno de estas infraestructuras. Evidentemente, tal y como me esperaba, la respuesta fue que ellos no hacían comentarios al respecto. Así que he decidido hacerlos yo. Y por eso les hablo de esto.
https://www.diariodepontevedra.es/opinion/jose-luis-vilanova/feismo-marranismo/202112071752071175159.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario