Monumentos prehistóricos, iglesias renacentistas y arte popular
Pontevedra y su comarca pueden presumir de un importante patrimonio cultural, etnográfico y artístico que, además, se puede complementar con rutas de senderismo o paseos más o menos largos en una propuesta para disfrutar de estas fiestas navideñas, siempre y cuando el tiempo lo permita.
Empecemos por la ciudad de Pontevedra, que exhibe a la vista de todos algunos de los mejores ejemplos de arte renacentista y barroco de Galicia. Una visita obligada, aunque solo sea por fuera, es la basílica de Santa María, inspirada por los cánones del arte renacentista peninsular y donde su impresionante portada relata una historia, no solo religiosa, sino de la propia ciudad. Fíjense en las esculturas, como visten y los paisajes que conforman. Trascienden a la religiosidad de sus autores para ofrecernos una ventana única al mundo del cambio de la Edad Media a la Moderna. Aquí podemos saber cómo vestían, cómo pensaban y qué inventos, como las gafas, empezaban a verse.
En Vilaboa, en un vial contiguo al lago de Castiñeiras, hay una necrópolis prehistórica, que se creó a lo largo de varios siglos. La tumba más espectacular y visible es la Mámoa do Rei. Si la ven no les pasará inadvertida.
En A Lanzada, en Sanxenxo, está la historia de Galicia a la vista. Allí se encuentran desde un asentamiento comercial dedicado a la transformación y exportación de productos marinos en época ya anterior a los romanos, pasando por los restos procedentes del Imperio, una torre de la Edad Media testimonio de la última resistencia de los Irmandiños en el siglo XV, una famosísima ermita románica y un paisaje natural que quita el hipo. Todo eso, y más, solo con darse un paseo y fijarse en los detalles. No se apresuren. Disfruten de A Lanzada con el placer de una degustación de un buen vino. Es uno de los paisajes más bonitos de Galicia.
Ventana de América en Galicia
En el interior, dos propuestas. En Ponte Caldelas, existe una ruta, señalizada, para conocer algunas de las casas indianas más famosas del casco urbano y la vecina Anceu. Son 16 viviendas construidas por vecinos que hicieron las Américas, como se llamaba antes a la emigración más allá del Atlántico, y que al volver se construyeron casas que reflejaban ese mundo nuevo, fusión de muchos, en el que vivieron gran parte de sus vidas. Su retorno le dio a su Ponte Caldelas natal un colorido y un atractivo inconfundibles.
Justo en un pequeño ramal a mano derecha, en la N-550 pasado el alto de Porráns y a mitad de una recta, se encuentra el acceso a la Fervenza de Barosa. Es uno de esos lugares imprescindibles en cualquier visita a Pontevedra. No lo dude si viene de fuera, vale la pena tanto cuando en invierno el río baja rugiente como un dragón, como en verano, cuando un caudal más comedido permite ver esos recodos y pozas que en la otra mitad del año están ocultos. Solo tenga en cuenta que la subida y la bajada llevan su tiempo, por senderos que atraviesan la ladera.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2021/12/26/comarca-historia/0003_202112P26C5991.htm
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