El macronudo confunde a los conductores en su apertura por falta de señalización

Tras varios años de obras interminables, el macronudo de Curro, ubicado a caballo entre los municipios de Barro y Meis, se abrió ayer al tráfico, provocando más confusión que cuando estaba en obras por la deficiente señalización que existe en algunos puntos.

El lugar donde se generaron la mayor parte de los problemas fue a la altura de la iglesia parroquial de Curro, donde se registraron varios accidentes, de carácter leve, desde que se abrió el nuevo vial a la circulación. No en vano, los vehículos procedentes de Vilagarcía, por donde se circulaba mientras se construía el macronudo, deben hacer un stop y cruzar dos carriles y una isleta en la que confluyen varias salidas.

La señalización en algunos puntos no solo es limitada, sino que puede llegar a inducir a error a los conductores, algo que ya pasaba con anterioridad, cuando era demasiado frecuente encontrarse en la gran rotonda construida sobre el acceso a la autopista a más de un vehículo en el sentido contrario de la marcha.
A ello hay que añadir que un importante número de vehículos procedentes de Pontevedra realizaban el mismo trazado por el que se ha estado circulando en los últimos años al desconocer que se abría el macronudo.