El Camiño Portugués batió en agosto su récord de peregrinos en un solo mes: 11.750

La pujanza de esta ruta se afianza con más de 43.400 personas que llegaron por ella a Santiago y sellaron este año la Compostela

El Camiño Portugués a Santiago corre el riesgo de masificarse. Convertido desde hace tiempo en la segunda ruta a Compostela más frecuentada, solo por detrás del camino francés, los datos de este año ya muestran no solo su total consolidación entre los peregrinos, sino ya un uso que desborda cualquier previsión. Así, el recién concluido agosto se cerró con 11.750 usuarios que llegaron por esta ruta hasta Santiago para sellar la Compostela. Es la cifra más alta que se registra en un solo mes en toda los registros de la Oficina del Peregrino.
Hasta ahora hubo meses como julio y agosto de 2016 en los que se superaron los 8.000 y 9.000 peregrinos en cada caso y en el año santo de 2010 fueron 7.500 los que utilizaron esta ruta solo en agosto. Pero lo del mes pasado ya se considera excepcional, en especial si se compara con el número de Compostelas selladas en Santiago a peregrinos que utilizaron el camino francés: 32.635, el 56% del total. Sin llegar a esas cifras, los 11.750 que atraviesan Pontevedra ya suponen el 20% de todos los caminantes que llegan a la catedral. Entre ellos figura un enorme grupo de unos 1.200 peregrinos vinculados a Acción católica que, si bien atravesaron Pontevedra a finales de julio, no llegaron a Santiago hasta agosto, que fue cuando sellaron la Compostela, momento en el que se incluyen en las estadísticas.
En esos ocho meses ya cerrados del año la Oficina del Peregrina tiene certificados 43.470 sellos a caminantes de la ruta portuguesa, el 18% de los casi 238.000 totales. Esos 43.470 peregrinos ya suponen más que los de todo 2015 (43.151) y muy lejos de los 35.000 de 2014 o los 29.500 de 2013.
Por el momento, 2016 aún se mantiene en cabeza (con 52.138 peregrinos en todo el año) pero nadie duda de que los cuatro meses que restan de 2017 permitirán batir también esa marca. Se estima que al menos diez mil personas aún pueden discurrir por el Camiño Portugués entre septiembre y diciembre.
La elevada afluencia de usuarios obliga además a extremar las medidas de seguridad en varios tramos del camino, en especial en aquellos que coinciden con carreteras transitadas. Es el caso de Tomeza, donde ya son muchos los peregrinos que optan por el vial de servicio del Eje Atlántico, la N-550 entre Barro y Caldas y, sobre todo, la PO-225 en Alba, un paso muy estrecho y por el momento sin alternativa pese a los constantes anuncios de mejoras de seguridad vial en esa zona y la ejecución de la Variante de Alba.

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