Pontevedra, Caldas, Vilaboa, Ponte Caldelas y Poio son los únicos que reciben a más vecinos de los que se van -Marín presenta los peores datos con 870 emigrantes en 2016
No solo el saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y muertes) permite diagnosticar los posibles problemas demográficos de un territorio. El balance migratorio también es clave. En lo que respecta a la comarca de Pontevedra, tan solo la capital y otros cuatro concellos más (Caldas de Reis, Vilaboa, Ponte Caldelas y Poio) son capaces de mantener un saldo migratorio positivo, es decir, acogen a más nuevos vecinos que aquellos que deben salir para buscarse la vida en otros municipios.
El gran polo que atrae a nuevos migrantes en la comarca es, como es lógico, la ciudad de Pontevedra con un saldo migratorio positivo de 303 personas. De los 3.012 migrantes que recibió a lo largo del pasado año, casi la mitad, un total de 1.528 eran casos que el IGE denomina como migraciones internas, es decir dentro de la misma provincia o comunidad autónoma, es decir un 50% del total.
En este sentido, cabe destacar que la ciudad asume no solo nuevos vecinos procedentes de su inmediata área de influencia sino de toda la provincia y Galicia. Así, según los datos del IGE de estos 1.528 inmigrantes pontevedreses que llegaron el pasado año a la ciudad del Lérez, tan solo 583 (es decir, solo un tercio de los mismos) procedían de municipios vecinos de la propia comarca pontevedresa. El resto llegaron de otras comarcas o de otras provincias gallegas.
De las llamadas inmigraciones externas, los 1.080 nuevos pontevedreses que acogió la ciudad procedían, un total de 464 llegaron desde el extranjero y el resto de otras comunidades autónomas.
En cuanto al resto de concellos, Caldas cerró el ejercicio con un total de 31 nuevos vecinos fruto de estas migraciones, a pesar de la marcha de 300 vecinos. En Vilaboa el saldo migratorio es también positivo con 17 inmigrantes más que sus 228 migrantes, Ponte Caldelas también recibió a más gente de la que se fue (emigraron 199 pero sumó 215 nuevos vecinos) y finalmente Poio se queda con un balance positivo al recibir a cinco inmigrantes más de los 777 vecinos que acabaron por abandonar el municipio.
En cuanto al resto de concellos, todos ellos sumaron más emigrantes que inmigrantes: Cuntis (-2), Moraña (-34), Portas (-16), Barro (-24), Campo Lameiro (-1), Cotobade (antes de la fusión -11), A Lama (-52) y Sanxenxo (-38). Mención aparte merece el caso de Marín, que presenta el peor saldo migratorio del municipio con -215 personas.
Según los datos del Instituto Galego de Estatística, el año pasado un total de 870 emigrantes dejaron el municipio de Marín para residir en otra localidad. La mayoría, (572, un 65%) se fueron para residir en otras localidades de la provincia o de Galicia. El resto lo hicieron en otras comunidades autónomas o fuera del país. De todos ellos, algo más de un 11% lo hicieron para irse al extranjero (un total de 377).
Un 56% eran hombres y un 46% tenían entre 30 y 54 años de edad. Un 24,2% de los marinenses que abandonaron el municipio eran jóvenes de entre 16 y 29 años de edad.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2017/09/03/cinco-concellos-comarca-presentan-saldo/1743702.html
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