Los jóvenes empresarios reclaman ayudas a la contratación para compensar el salario mínimo

Recuerdan que el quinto año de una pyme es clave para crecer o permanecer en su sector

Los jóvenes empresarios de Pontevedra advierten de que la subida del salario mínimo interprofesional podría suponer complicaciones para las pymes de reciente creación, especialmente a la hora de intentar crecer y aumentar su plantilla. Solicitan, para ello, ayudas y bonificaciones que permitan tanto apostar por la contratación como para mantener la existente. Es la única manera, consideran, de que muchas de las pequeñas empresas se mantengan en activo.
La Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra, AJE, presentó ayer a dos nuevos miembros de su junta directiva en un desayuno informativo para la prensa presidido por Jesús Rey, el máximo responsable del colectivo. Forman parte de esta nueva dirección Rubén Outeda, empresario de 36 años y responsable de la empresa de alimentación Versos de A Ruda, de Sanxenxo, y Javier Costa, abogado de 31 años del despacho Zelei Abogados de Vilagarcía.
Durante el encuentro, Jesús Rey recordó que los dos primeros años en la trayectoria de un emprendedor son los que marcarán el futuro de cualquier proyecto empresarial. En este sentido, incidió que es el quinto año el "clave" para la permanencia en el mercado. A partir de entonces es cuando un empresario o empresaria debe plantearse crecer, seguir invirtiendo e incluso tomar el paso de contratar.
Por ello se muestra preocupado por el incremento del salario mínimo hasta los 950 euros. "En el momento de la contratación son muy importantes las bonificaciones para compensar ese salario", subraya.
En todo caso, el presidente de AJE señala que una empresa no debe vivir solo de las ayudas ni basar su crecimiento en ellas. En su opinión, es tan importante el saber asesorarse sobre el sector.
Otra de las cuestiones que desde la asociación consideran básica es el cambio de mentalidad respecto al establecimiento de nuevas empresas en la comarca de Pontevedra. "Tenemos una mentalidad muy localista y tenemos que tener una visión más global y apostar por determinados sectores", manifiesta Jesús Rey.
En esta línea, apuesta por crear sinergias entre las distintas zonas industriales y pone como ejemplo que "el polígono de Barro-Meis podría ser el puerto seco de Marín o de Vilagarcía".
Asimismo, propone bonificar a las empresas que se establezcan en el territorio, "para que el empresario se sienta valorado, porque es él quien genera riqueza, trabajo y ventajas sociales".


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