Las semanas anteriores a la Navidad, son, por tradición, espacio prioritario para la solidaridad. En este año 2020 marcado por la pandemia, en el que ni siquiera se sabe si habrá Navidad, cómo se celebrará, o si para entonces habrá posibilidad de disfrutar de cosas tan elementales como reunirse con los seres queridos, la solidaridad está cambiando de cara: ha pasado de ser caldo de cultivo para las recogidas de juguetes o los rastrillos, a tener objetivos más básicos: garantizar la supervivencia de empresas, ayudar a las familias golpeadas por la crisis a acceder a algo tan elemental como tres comidas al día, o crear fondos de alimentos para quién los necesite.
En apenas dos semanas desde que la comunidad se adentró en el territorio de las restricciones con el cierre perimetral de más de 60 concellos entre los que está la comarca de Pontevedra, algunos ya han superado el estado de shock inicial y han decidido ponerse en marcha, aparcando las lamentaciones para tratar de aliviar en lo posible a los más perjudicados por la situación actual.
Hay poco afán de protagonismo en estas iniciativas, los promotores dicen que en la colaboración estará la clave para resistir
"Hai quen o precisa: con pagas de 400 € e nenos, non queda para comer"
Seli Martínez regenta el bar de tapas Furancho Eira de Arriba, en Outeda, en donde ha decidido mantener los fogones encendidos a pesar del decreto de cierre. "A cociña segue aberta porque aquí en Barro temos pedidos da nosa clientela, aínda que non sexa unha actividade como cando atendemos no establecemento. Pero, con todos estes anuncios, e pensando que o que nos vén vai ser peor, ao final, decidín que tiña que dar un paso adiante e ofrecer axuda", explica.
Seli colgó en las redes sociales del Eira de Arriba su plan: "Se calquera necesita un prato de comida, que non dubide en chamar". De momento, aunque 200 personas han compartido el post, no hay peticiones. "Pero hai quen o precisa: con pagas de 400 € e nenos, familias de varios que están con erte, non queda para comer". Seli tiene claro que "por desgraza, a xente quen máis apuros está pasando é a que non se atreve a dicilo. Non din nada e prefiren pasalo mal. Eu dígolles que me avisen por privado, por WhatsApp ou a través do Concello, como sexa, que eu lévolles a comida. Que un arroz, uns garbanzos, ou un filete de raxo haino para saír do paso".
Este hostelero explica que "o meu local está no baixo da casa e non teño que pagar alugueiro que asfixia a tantos do sector. Se a cociña non funciona para os clientes, podo adicarme este mes, -ou o que dure o peche- a cociñar para quen o precise". El empresario ha planeado usar parte de los recursos de su despensa "pero se necesito máis, hai xente que, coma min, quere botar unha man. Mesmo un panadeiro da zona me dixo que se precisamos pan, llo pidamos. Eu diso se trata, de que todos sumemos un pouco para saír adiante. Sobre todo, para soster a iniciativa, porque comida un día, non serve de moito: deberei ofrecela mentras sexa precisa", indica.
Martínez está, incluso preocupado por si su determinación genera la impresión de que se quiere publicitar. "Dábame apuro saír a dicilo en público. Non hai márketin nisto. Só quero que a mensaxe lle chegue a quen o precisa, por iso o puxen no Facebook. Despois pensei que quen está a pasalo mal, igual nin o Facebook ten, ou non conta co WhatsApp, por iso me parece importante difundilo e que chegue a todo"», insiste.
Por desgraza, a xente que máis apuros está pasando é a que non se atreve a dicilo. Prefiren pasalo mal
"Esta campaña no es cosa mía: lo es de mis clientes, que son gente bonita y buena"
"Les quería hacer un cariño a mis clientes en un año tan duro. Por su fidelidad y porque han estado ahí conmigo en el primer confinamiento y no me dejaron caer. Pero, en vez de darles algo yo a ellos, me lo han dado ellos a mí, por eso tienes que escribir que esta campaña no es cosa mía: lo es de mis clientes, que son gente bonita", afirma Mary Taboada antes de explicar lo que está pasando en su carnicería y tienda de alimentación, en Samieira.
La clientela de la carnicería de Mary Taboada, situada en Avenida de Covelo, ha dado una sorpresa a esta empresaria poiense que, después de participar en las actividades del plan municipal Reimpulsa Poio, decidió que un sistema de descuentos canjeables sería una buena forma de fidelizar a sus compradores. "Por cada 20 euros les doy un vale con un euro de descuento y hay otros de 50 céntimos para cualquier gasto menor. Se trata de acumular los vales este mes y, en diciembre, canjearlos por descuentos", explica la responsable de este negocio familiar que lleva décadas surtiendo de productos de alimentación a vecinos, turistas e incluso habitantes de Pontevedra.
Lo que sucedió días después de empezar a dar los vales es que un cliente decidió dejar su euro de descuento "por si alguien lo necesita para una barra de pan". Después, otro hizo lo mismo y Mary optó por colocar un panel en el que fijarlos con chinchetas para que estuviesen bien visibles. A partir de ese día, casi toda la clientela deja sus vales en el panel. Pronto, la cara A del corcho se llenó y Mary tuvo que empezar a poner los descuentos en la parte trasera. "Algunos, hasta trajeron los descuentos que ya se habían llevado", señala. La empresaria reconoce que la ha conmovido la solidaridad de sus convecinos. "Ya hay como 50 euros en descuentos. Cuando acabe el mes, si nadie lo solicita antes, los canjearé por alimentos y buscaré como entregarlos o hacer que lleguen a gente que de verdad lo necesita", indica, garantizando que "la idea de esta gente bonita y solidaria, cumplirá su objetivo".
La idea de la empresaria surgió de su participación en el plan Reimpulsa Poio y pretendía fidelizar a sus clientes
"Sabemos que no es mucho, pero decidimos que había que ayudar a los hosteleros con algo"
Durante una etapa, en el primer confinamiento, José Sabarís, responsable de la empresa radicada en Poio Espacio Dixital, temió que tendría que mandar a los seis compañeros de su equipo a un ERTE. Parte muy importante de su negocio de publicidad integral depende de la hostelería, y este sector, que en actualidad es señalado como el principal afectado por las normas restrictivas pensadas para frenar la segunda oleada, fue también el que más sufrió durante el anterior estado de alarma. "Poco después pusimos a funcionar de otro modo nuestra máquina de recortar metacrilato. En vez de rótulos, pasamos a hacer mamparas". Ese cambio permitió sacar a todos del ERTE "y, durante el verano, por suerte, tuvimos más trabajo, no solo con eso, sino con la rotulación y la preparación y adaptación a las normas covid".
Tal vez por eso, o por su implicación con el sector hostelero, Sabarís y su equipo pensaron que la filosofía de repensar y reconvertirse que funcionó con Espacio Dixital también ayudaría a sus clientes. "Muchos lo están pasando mal. La hostelería es un sector que no para, los negocios cierran y reabren. La gente invierte los ahorros que tiene en poner un bar o un restaurante, o defiende un negocio familiar de toda la vida. Ellos son los que están sufriendo", comenta. "Sabemos que no es mucho, pero decidimos que había que ayudar a los hosteleros con algo, así que decidimos que todos los clientes que nos lo comuniquen podrán contar con un set de 200 pegatinas gratis con su imagen para pegar en los pedidos para llevar. Puede ser eso, o, si no necesitan las pegatinas, tarjetas, o elementos similares".
Si los clientes no necesitan pegatinas, las canjean por otros elementos, como tarjetas
El equipo de esta firma considera que "toda ayuda es poca" cuando el sector, "especialmente en Poio", está luchando una batalla a vida o muerte contra la extinción. "Ya vinieron unos diez establecimientos a solicitarlo y se vinieran muchos, lo haríamos para todos", explica Sabarís. "La idea es que esto es una cadena de la que todos podemos tirar para salir de la situación haciendo un esfuerzo. Sé de otras empresas de Poio que se animaron a hacer detalles similares o a premiar la fidelidad de los clientes, y pienso que ese puede ser el camino: generar sinergias", insiste.
El empresario solicita que "no se piense que esta medida la adoptamos por márketing o por algo similar. Nuestros clientes ya eran fieles, entre otras cosas porque nos implicamos en que salgan adelante de todas las formas que se nos ocurren". Esta es una más, con la diferencia de que está pensada para premiar la ilusión y el esfuerzo de quienes se están adaptando a los nuevos tiempos. "El take away llegó para quedarse, y si nuestras pegatinas les sirven para llevarlo mejor, o a hacer marca, será un honor ayudarles", concluye.
Todos podemos salir de esto haciendo un esfuerzo: otras empresas siguieron esta idea para premiar a los clientes y generar sinergias
https://www.diariodepontevedra.es/articulo/comarca-de-pontevedra/segunda-oleada-tambien-genera-brotes-solidaridad/202011161413501113037.html
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