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domingo, 23 de mayo de 2021

El ruido de la carretera, un dolor para más de cien mil gallegos

 





 

Casi 115.000 gallegos soportan a diario las molestias provocadas por el tráfico intenso que discurre por autovías y carreteras autonómicas. Los problemas se concentran en la red viaria de la fachada atlántica donde se concentra la mayor parte de la población de Galicia con muchos viales que discurren por el interior de núcleos poblados y aglomeraciones urbanas. Pero en concreto, son las vías pontevedresas las más conflictivas puesto que ocho de las doce carreteras con mayor afectación por ruido están situadas en esta provincia.

Ocho de las doce carreteras con más contaminación acústica son de Pontevedra | A la cabeza están la PO-551 que une Marín, Bueu, Cangas y Moaña y la PO-308 entre Poio y Sanxenxo

Así, se extrae de los mapas de ruido que elabora la Consellería de Infraestruturas para medir e identificar las zonas donde el tráfico causa más perjuicios a la población. La normativa europea obliga a una constante revisión y actualización de las afecciones sobre los ciudadanos y al establecimiento de medidas correctoras. En 2020 se finalizó la tercera edición de estos estudios. Los técnicos de la Xunta analizaron 85 tramos en las carreteras con mayor densidad de tráfico –superior a tres millones de vehículos al año–.

 

Según explica la Xunta, el ruido puede acarrear efectos sobre la salud que van desde efectos subjetivos como molestias (con más de 50 decibelios) hasta fisiológicos como el deterioro de la audición (cuando se superan los 100 decibelios), pasando pro efectos psicológicos como las interferencias en la comunicación, el descanso o el sueño.

Pontevedra es la provincia con más población afectada por el bullicio del tráfico. Según los mapas elaborados por la Xunta, hay 59.675 ciudadanos pontevedreses que sufren más de 55 decibelios de ruido a diario. En A Coruña son 44.843 los residentes perjudicados, mientras que en Lugo los coches causan molestias a 6.370 personas y en Ourense, solo a 3.450. 

 

Las carreras autonómicas con más población afectada por el ruído del tráfico

Municipios

Población afectada por el ruido

AC-552

A Coruña-Arteixo-Laracha-Carballo

11.241

PO-551

Marín-Bueu-Cangas-Moaña

9.08

PO-308

Poio-Sanxenxo

8.048

PO-552

Vigo-Nigrán-Baiona

4.894

PO-548

Catoira-Vilagarcía

3.794

PO-531

Poio-Pontevedra-Barro-Meis-Vilanova-Caldas

3.677

PO-325

Vigo-Nigrán-Baiona

3.293

PO-550

Cambados-Ribadumia-Meaño-Sanxenxo

3.118

PO-551

Moaña

2.764

 

La carretera con más población afectada por el ruido es la AC-552, en A Coruña, que atraviesa A Coruña, Arteixo, Laracha y Carballo. Más de 11.200 personas sufren la contaminación acústica provocada por este vial.

Sin embargo, las siguientes ocho carreteras más ruidosas de la comunidad autónoma están concentradas en la provincia de Pontevedra. Hay dos que destacan por su mayor afectación sobre la población. La PO-551 que atraviesa Marín, Bueu, Cangas y Moaña causa molestias a más de 9.000 residentes de media a lo largo del día. Pero si se revisa el horario nocturno, cuando el límite para considerar molesto el ruido baja a 50 decibelios, hay 6.355 ciudadanos afectados. Solo contando los inmuebles que están a menos de 4 metros de altura de la carretera hay más de 4.000 viviendas que soportan ruidos.

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El otro punto conflictivo en la provincia de Pontevedra es la PO-308 que discurre entre Poio y Sanxenxo y provoca contaminación acústica a 8.000 residentes, de los cuales casi 6.000 también la sufren de noche. A cuatro metros de altura hay 4.500 viviendas afectadas.

Casi 8.200 vecinos de Vigo, Nigrán y Baiona soportan también las molestias del intenso tráfico de las dos carreteras autonómicas que unen estas localidades: son la PO-552 (4.894 residentes perjudicados) y la PO-325 (3.293).

Entre Catoira y Vilagarcía hay otro tramo crítico en la PO-548, con 3.794 personas afectadas. La PO-531 que discurre por las localidades de Poio, Pontevedra, Barro, Meis, Vilanova y Caldas también causa contaminación acústica a un buen número de residentes (3.677).

PO-308 en Sanxenxo.

PO-308 en Sanxenxo. Rafa Vázquez

Otro foco emisor de ruido es el tramo de la PO-550 entre Cambados, Ribadumia, Meaño y Sanxenxo (3.118 vecinos perjudicados). También la PO-551 causa a su paso por Moaña molestias a 2.764 residentes.

En el ranking de viales con mayor afección por ruidos entra también una carretera de Lugo: la LU-862, en Viveiro, donde 2.717 personas sufren las molestias por el intenso tráfico.

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En la provincia de A Coruña se sitúan también entre las más ruidosas la Autovía do Barbanza, a su paso por Padrón, Dodro, Rianxo, Boiro, A Pobra do Caramiñal y Ribeira (con 2.655 afectados) y la AC-841 entre Santiago y Teo, con 2.517 gallegos que soportan la polución acústica.

PO-551 en Cangas.

PO-551 en Cangas. Santos Álvarez

Pantallas, cambiar el firme o bajar la velocidad, las soluciones para reducir el impacto acústico 

Los mapas de ruido sirven a la Xunta como base para elaborar planes para corregir la contaminación acústica generada por las infraestructuras viarias de titularidad autonómica. Se fijarán así objetivos a corto y largo plazo con un horizonte de dos a cinco años. Al tener identificadas las afecciones se podrán impulsar acciones encaminadas “al calmado de tráfico”. Así, entre las soluciones que se podrán adoptar para atenuar el ruido de la circulación viaria, está la de rebajar los límites de velocidad, instalar semáforos o construir rotondas que obliguen a los vehículos a aminorar la marcha. En algunos casos se podrán instalar barreras acústicas que protejan las zonas de viviendas del ruido de la carretera. Para rebajar la contaminación acústica también ayuda la renovación del firme de la vía. Y cuando no quede otro remedio se pueden construir variantes que permitan sacar el tráfico de zonas urbanas. En todo caso, estas medidas se limitan a las carreteras de titularidad autonómica, al margen quedan otras vías dependientes del Estado como la AP-9 que, pro ejemplo, causa importantes molestias a los vecinos de Teis y que ha suscitado reiteradas protestas para reclamar la instalación de pantallas acústicas que absorban el ruido.

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