El único tramo en obras de la autovía A-57 (circunvalación de Pontevedra) entre Vilaboa y Marcón, se acerca a los seis años de obras y aún habrá que esperar unos 18 meses, aproximadamente, para que entre en servicio, pese a ser un recorrido de solo seis kilómetros. Este lento ritmo de tramitación y ejecución por parte del Ministerio de Transportes, se repite, multiplicado, en los otros dos tramos aún pendientes de esta hipotética circunvalación: entre Marcón y Xeve, y desde esta última parroquia pontevedresa hasta el enlace de Curro, en Barro, que suman alrededor de dieciséis kilómetros más. Los dos trechos, salpicados de polémica y rechazo vecinal, no han pasado, en todos estos años, del proceso ambiental, un trámite previo a la redacción de los proyectos.