El cartel de"Soy leyenda". / FdV
Podría tratarse de un escenario post-pandémico, originado por un virus que ha acabado con la práctica totalidad de la población mundial convirtiendo en zombis, al más puro estilo “The Walking Dead”.
Pero no, no se trata de los escenarios naturales empleados en la mítica serie de televisión estadounidense.
Ni tampoco son, aunque se parezcan, las desoladas y desérticas calles de la ciudad de Nueva York que, en la película “Soy leyenda”, recorre con su perro el virólogo del Ejército de Estados Unidos Robert Neville, que interpreta de forma magistral Will Smith.
Posiblemente el último humano del mundo sin contagiar y la esperanza de la humanidad para encontrar el antídoto a un virus del sarampión, modificado genéticamente como cura para el cáncer, pero que acabó mutando y generó una extraña pandemia.
Son películas de terror y ciencia ficción que invitan a la reflexión y bien podrían encontrar nuevos escenarios en este lugar, al lado del cual circulan a diario miles de personas pero que casi nadie ha podido ver.
Curro-Meis
No es otro que el entramado de carreteras existente en el nudo de enlace de Curro y Meis, a caballo entre las comarcas de Pontevedra y O Salnés.
Desde que fue reformado para facilitar la circulación rodada entre la ciudad del Lérez y Vilagarcía de Arousa, así como su conexión con la autopista y la Autovía do Salnés, que conduce a Ribadumia, Meaño, Cambados y O Grove, quedaron en la zona diversos tramos de asfaltado cerrados.
Carreteras que no se ven por estar rodeadas de árboles y a las que se suman otras que, en el futuro, deben servir para trazar la prometida autovía entre Pontevedra y Vilagarcía.
Los enemigos de Will Smith
El paso de los años, y las ganas de la naturaleza de abrirse camino a toda costa, como en las calles que por las noches tomaban los seres mutantes con tintes de vampiro contra los que luchaban Will Smith y su can, ha dado a esa infraestructura viaria un aspecto entre misterioso, inquietante y sorprendente.
Una de las carreteras más dañadas. / M. Méndez
Y es que los árboles –pinos, eucaliptos y acacias– no solo crecen en sus márgenes, sino que algunos se acuestan sobre las carreteras, como queriendo tocar la maleza que crece sobre el propio asfalto.
Una capa de rodadura en la que el paso del tiempo no deja de borrar la señalización horizontal y donde los grandes bloques de hormigón usados a modo de mediana simulan barricadas propias de un escenario bélico.
Uno de los tramos abandonados. / M. Méndez
Un entorno en el que la obra del hombre pierde terreno frente a la flora y la fauna, siendo evidente la presencia de todo tipo de especies aladas –sobre todo aves de presa, paseriformes y columbiformes– que encuentran refugio en este peculiar ecosistema.
Mamíferos
El mismo que frecuentan, como se aprecia al observar las huellas, deposiciones y otros indicios, tanto conejos como pequeños roedores, zorros e incluso jabalíes.
Bloques de hormigón que impiden el paso de vehículos. / M. Méndez
Al igual que se trata de un espacio en el que hay claras muestras del acceso puntual de algunos seres humanos, quienes también dejan sus restos.
Aunque en este caso a modo de basura desperdigada entre esa maleza que sale adelante para cubrir poco a poco un aglomerado asfáltico que está cada vez más deteriorado.
Un escenario de cine de terror o ciencia ficción que ha costado muchos millones de euros conseguir, aunque ahora no sirva de nada.
Podría tratarse de un escenario post-pandémico, originado por un virus que ha acabado con la práctica totalidad de la población mundial convirtiendo en zombis, al más puro estilo “The Walking Dead”.
Pero no, no se trata de los escenarios naturales empleados en la mítica serie de televisión estadounidense.
Ni tampoco son, aunque se parezcan, las desoladas y desérticas calles de la ciudad de Nueva York que, en la película “Soy leyenda”, recorre con su perro el virólogo del Ejército de Estados Unidos Robert Neville, que interpreta de forma magistral Will Smith.
Posiblemente el último humano del mundo sin contagiar y la esperanza de la humanidad para encontrar el antídoto a un virus del sarampión, modificado genéticamente como cura para el cáncer, pero que acabó mutando y generó una extraña pandemia.
https://www.farodevigo.es/arousa/2024/04/06/escenario-cine-terror-abandono-carreteras-autovia-100656974.html
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