El acusado, que viajaba de copiloto, lanzó toda clase de patadas y puñetazos a un policía nacional
En la madrugada del 20 de junio del 2015, dos viejos conocidos de la Policía Nacional de Pontevedra abandonaron el poblado de O Vao (Poio) a bordo de un Renault Clio. Los agentes, a efectos de que detuviesen el vehículo y proceder a su identificación, activaron los indicadores luminosos y acústicos. Sin embargo, el conducto, al parecer sospechando que tenía vigente una orden de detención, aceleró y enfiló hacia la carretera de Vilagarcía dirigiéndose hacia la capital arousana.
Al llegar a la rotonda de Alba, dio un volantazo y tomó el vial que comunica la PO-531 con la N-550 para, acto seguido, dirigirse a Caldas de Reis. Fue una fuga «a gran velocidad», según acaba de confirmar la Audiencia de Pontevedra, en la que los huidos intentaron, ya no solo esquivar a los coches policiales, sino que, incluso, habrían tratado de sacarlos de la carretera sin conseguirlo, según el relato que ofrecieron entonces desde Comisaría.
De este modo, y a lo largo de cuarenta frenéticos minutos, la fuga recorrió los municipios de Portas y Barro, donde, de nuevo, el Renault Clio puso rumbo a Vilagarcía. «En las proximidades del puerto, el conductor perdió el control del vehículo y se empotró contra una valla metálica», así como contra un Renault Megane camuflado de la policía.
Ambos ocupantes y, a pesar de las lesiones causadas por el accidente, trataron de huir, aunque no llegaron muy lejos. El que viajaba en el asiento del acompañante se encaró contra los policías, «insultándolos y tratando de agredirlos, teniendo que ser reducido por los agentes pese a la gran oposición de este».
«El acusado propinó un fuerte empujón al agente y le lanzaba patadas y puñetazos», añade la sentencia en la que se imponen cuatro meses. Esta condena rebaja en tres meses la impuesta por el Juzgado de lo Penal número tres de Pontevedra por un delito de desobediencia al entender que no se podía aplicar, a la hora de calcular esta pena, la larga persecución y la peligrosidad que generó el Renault Clio, ya que son conductas que solo se pueden reprochar al conductor: «No cabe atribuir un mayor reproche de culpabilidad al aquí acusado con fundamento en la conducta realizada por otra persona».
La sentencia, en todo caso, no aborda la huida en coche, ya que incide en que no se ha enjuiciado en este procedimiento al conductor. No obstante, ya adelanta que considera su conducta encuadrable en el autoencubrimiento impune «al no aparecer como su eje motor el desprecio por el principio de autoridad, sino la finalidad de autoeximirse, ello sin perjuicio de la responsabilidad procedente por las infracciones atinentes a la conducción realizada».
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/poio/2018/09/26/condenado-tras-persecucion-termino-colision-contra-coche-patrulla/0003_201809P26C4991.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario