El Día de la Madre, un revulsivo para la economía en tiempos de Covid-19

Pontevedra y su comarca también podrán contar con la celebración del Día de la Madre, este domingo, como un primer paso en el viaje hacia la reactivación de la economía. Las flores, la petición de menús a domicilio en varios restaurantes y otros pequeños detalles que se pueden entregar, como los dulces, serán los protagonistas de esta jornada.
En Arcade, en Barro y en Ponte Caldelas algunos establecimientos han elegido esta jornada para testar sus menús a domicilio. El responsable de Marisquería Arcade indicó que, tras la puesta en marcha de la oferta (una consistente mariscada por 70 euros que ofrece seis variedades de marisco y una botella de albariño) se encontró con la sorprendente cifra de 98 pedidos. “Levo toda a mañá para conseguir os ingredientes, pero penso que os temos todos. O máis caro da lista é o camarón, que está como antes da crise sanitaria. A cigala en cambio baixou un 20%”, relata el empresario.
También trabajaron hasta tarde las floristas. Gloria Suárez, de Floristería Carmen, en Ponte Caldelas, indicó que “a resposta foi moito mellor da esperada”. Ella envió flores ya el sábado, y lo hará hoy y mañana. Al no trabajar con grandes cadenas ha buscado un método sencillo para hacer llegar los pedidos: ha recurrido a un taxista de la villa que hará rutas con cinco o seis encargos para las madres del municipio y de Pontevedra. Gloria se muestra esperanzada con este primer paso de cara a un desconfinamiento total de la economía.

En la floristería Nimet con base en Marín, también han contado con una gran acogida con motivo de la celebración. En su caso, se han visto obligados a rechazar pedidos desde hace un par de días por la gran demanda que estaban recibiendo en su pequeño local, que tan solo cuenta con dos trabajadores. “No hemos facturado nada desde que empezó esta situación, esto es lo primero que ingresamos”, explica Luis Corredoira, el propietario de esta floristeria que entregará de puerta en puerta todos los pedidos. Y es que esta fecha supone un gran impulso para los comercios que han cerrado durante más de mes y medio.
Es el caso de la confitería marinense Mi Pastelería, que reabrió el pasado 26 de abril. Con motivo de la celebración han recibido encargos especiales y esperan seguir haciéndolo durante la jornada de hoy, pero nada comparable con los recibidos otros años. “La gente compra menos cantidad porque no se pueden hacer reuniones familiares”, explica la propietaria, Josefa Dopazo.

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