En los últimos días los técnicos de Conservación da Natureza han terminado de elaborar el informe necesario para continuar con la tramitación de la conexión con O Grove. La aportación de ese departamento era fundamental para una obra que hace tiempo demandan vecinos y partidos políticos en la localidad grovense, y que permitirá continuar la AG-41 que enlaza la AP-9 con Sanxenxo hasta la península.
Aunque la Xunta adjudicó ya en el mes de enero las obras de la primera fase de la autovía que conectará Curro con Vilagarcía, por el momento esos trabajos no han comenzado. El conselleiro reconoce que la primera fase, que va del macroenlace hasta A Costa, y que se esperaba comenzase a ejecutarse la pasada primavera, está "pendiente de que se replantee su inicio". La segunda fase, que va desde ese lugar hasta Baión, todavía está siendo revisada por los técnicos de la Consellería, que deben reformular el proyecto debido a que el trazado inicial afectaba a varias explotaciones de cantería.
La primera fase de la autovía de Vilagarcía tiene está presupuestada en 15, 2 millones de euros, de los cuales 13,2 son para la obra en sí. Se trata de una carretera de dos kilómetros de longitud, a la que se unirá en el futuro un tramo de seis que la llevará hasta Baión. La carretera contará con cuatro carriles de tres metros y medio de ancho cada uno y con una mediana de dos metros. Los arcenes exteriores serán de dos metros y medio, y los interiores de uno. El coste total es de 80 millones.
Agustín Hernández quiso disculparse con los conductores que estos días más que nunca utilizan las carreteras de O Salnés para desplazarse hasta las playas. El conselleiro aseguró que su departamento colabora con Tráfico para que informe a través de los paneles de la AG-41 de las obras del enlace de Curro, a las que propone un itinerario alternativo.
El titular de Infraestructuras apunta que un modo de evitar los atascos que en estos meses de verano suelen producirse en el peaje que comunica la AP-9 con la Autovía do Salnés es, para los coches que vienen de Santiago, tomar la salida 110 de la autopista y seguir por la N-640 hasta la VG-43. Por esa vía, y tras atravesar parte del término municipal de Ribadumia, es posible enlazar con la AG-41.
El conselleiro afirma que el desvío supone un incremento de 4 kilómetros, pues mientras que "desde la salida 110 de la AP9 hasta Ribadumia hay unos 20 kilómetros", el itinerario por autovía tan es de 16. Si los atascos en la conexión de la autovía con la autopista son una constante, especialmente entre las 12 y las 14 horas y desde las 19 hasta las 22, la situación es extrapolable a la carretera que va desde O Grove hasta el comienzo de la AG-41 en Sanxenxo. Algo que se espera termine con el reclamado desdoblamiento de ese vial, en el que suelen producirse además numerosos accidentes.
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