Los pontevedreses prefieren esperar hasta los treinta para casarse, fundar una familia y tener hijos. La edad media del primer matrimonio es en la ciudad del Lérez de 33,2 años para los varones y de 30,8 para las mujeres, que esperan en general hasta los 32 años para tener el primer bebé. Figuran entre las más fértiles de la provincia, con un número medio de 1,3 hijos por mujer, aunque a distancia de los 1,5 registrados en Moraña, y por cada 1.000 pontevedresas en edad fértil nacen en la ciudad del Lérez 41 niños, una de las tasas más positivas de Galicia.
Las dificultades en la emancipación (incluyendo la precariedad en el empleo y la compra o el alquiler de vivienda) y la necesidad de consolidar la carrera profesional antes de la maternidad son algunos de los factores a los que apuntan los expertos para el progresivo retraso tanto de la nupcialidad como de la decisión de ampliar la familia.
En la ciudad de Pontevedra la tasa bruta de natalidad (el número de nacimientos por cada mil habitantes) se situó en 2009, el último año del que se disponen registros oficiales, en 10,8, una de las cifras más altas de la provincia aunque superada en el entorno por municipios como Moraña (con 11,3).
Por su parte, en Poio la tasa bruta de natalidad es de 10,6, que se desploma hasta el 3,4 en municipios como Campo Lameiro y A Lama; hasta el 6,7 en Ponte Caldelas, al 6,6 en Barro o al 5,2 Cotobade.
El número medio de hijos por mujer es otro de los indicadores demográficos que se utiliza para analizar una población. En el caso de la provincia de Pontevedra, la media está en 1,2, mientras que en el municipio capitalino se eleva ligeramente, hasta el 1,3, uno de los resultados más positivos y solo superado por localidades como Moraña o Mondariz Balneario, el donde esa cifra aumenta al 1,5 hijos por mujer.
En Poio la número medio de hijos por mujer es de 1,3; en Ponte Caldelas es 1 y en Sanxenxo 1,1.
En varios municipios de la comarca pontevedresa ni se alcanza la cifra de un hijo por mujer. Es el caso de Campo Lameiro (con 0,5), Barro (0,9) o Cotobade (0,8).
En la práctica totalidad de los concellos del entorno de la ciudad del Lérez la edad media de las madres primerizas roza o supera los 30 años.
Este acortamiento del calendario de la maternidad hace que en España de cada diez bebés aproximadamente siete tengan una madre que supera los treinta años, pero también produce otro efecto: aumentan las mujeres que dan a luz pasados los 40 años, al límite de las posibilidades biológicas.
Este hecho ha motivado que en los últimos 5 años se multiplique la demanda de técnicas de reproducción asistida para ayudar a las parejas a cumplir su sueño de aumentar la familia.
También se retrasa a la tercera década el matrimonio (un hecho todavía muy ligado a la maternidad ya que la mayoría de las parejas reconoce preferir pasar por el juzgado o la iglesia antes de aumentar la familia) y en toda la provincia los hombres esperan de media hasta los 32,9 años y las mujeres hasta los 30,4 antes de dar el "si quiero".
Las novias más jóvenes
Con todo, hay excepciones como el municipio de A Lama, cuyos vecinos varones esperan de media hasta los 40,9 años para casarse, mientras que las mujeres hacen todo lo contrario y suscriben este compromiso a una edad mucho más temprana, los 25 años, lo que las convierte en las novias más jóvenes del área pontevedresa.
La tasa bruta de nupcialidad (el número de matrimonios por mil personas en un año) se sitúa en la provincia de Pontevedra en una media de 4,5 uniones.
En el municipio capitalino se eleva ligeramente, hasta el 4,6; y las cifras más altas corresponden a Campo Lameiro (5,8) y Barro (5,3).
Cotobade registra una tasa de nupcialidad de 4,1; A Lama de solo 1,3; Poio de 5,2; Ponte Caldelas de 3,4 y Vilaboa de 3,3.
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