Las concentraciones de condena se han sucedido en diversas localidades gallegas
A lo largo de esta mañana, decenas de personas han
participado en las distintas concentraciones convocadas para mostrar su
repulsa por el crimen sexista de Barro. En Marín, la alcaldesa recordó
que Mónica Lorenzo había nacido en este municipio, al tiempo que hizo un
llamamiento que se repitió en otros puntos de la geografía gallega:
«Dende o Concello alentamos ás mulleres que conviven de forma cotiá co
medo e o sufrimento nos seus fogares para que rompan o silencio e
denuncien a súa situación ante as institucións correspondentes».
También en Pontevedra y en Santiago se sucedieron
las movilizaciones, mientras en Barro cerca de un centenar de vecinos
mostraron su pesar y apoyo hacia la familia de la fallecida. En sus
mentes, las dos hijas del matrimonio que se han quedado huérfanas. A
este respecto, dejó claro que ambas hermanas «están ben, están
tranquilas, pendentes de que todo se tranquilice un pouco para ver o que
pasa despois. Neste momento están sendo atendidas, eu penso que o
mellor que se pode e no sitio onde máis tranquilas poden estar».
Por su parte, Antonio Coello, subdelegado del
Gobierno, manifestó que «la investigación está siendo puntualmente
seguida por la policía judicial de la Guardia Civil con absoluto rigor y
en colaboración con el juzgado que lleva el caso». En todo caso, evitó
manifestarse sobre los posibles trasfondos de este crimen, en el que no
existían denuncias previas por parte de la víctima: «Las motivaciones
que puedan existir para deshacerse de una pareja no son objeto de
investigación por la policía judicial, porque no tiene justificación. La
violencia no tiene justificación. Evidentemente, puede haber una
motivación pero no justifica esa violencia».
El crimen
Este crimen que conmocionó a la población de
Barro se produjo a primera hora de la mañana del lunes cuando Daniel
Carballal Moldes, de 48 años, llamó a la Comandancia y aseguró que acaba
de matar a su mujer, Mónica Lorenzo, de 38, con su escopeta. Asimismo,
anunció su intención de quitarse la vid, cosa que hizo colgándose de una
viga de un cobertizo.
En el momento de ocurrir ambas muertes, en la
vivienda familiar se encontraban las dos hijas del matrimonio, que han
quedado al cuidado de los padrinos de una de ellas.
No constan denuncias previas por malos tratos y
los vecinos manifestaron que se trataba de una pareja normal, que no
tenía aparentes desavenencias. Sin embargo, allegados de Mónica Lorenzo
aseguraron que tenía intención de separarse de su marido y que, de
hecho, ya había dado los primeros pasos en este sentido.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2014/08/26/decenas-personas-muestran-repulsa-crimen-sexista-barro/00031409068158102622761.htm
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