Los empresarios se quejan de la carestía de los terrenos y demandan alternativas
El metro cuadrado en el polígono industrial de Baión (Vilanova) oscila entre los 180 euros -para usos comerciales- y los 110 para usos industriales, cantidad que puede rebajarse hasta los 80 euros con las bonificaciones. En Catoira los precios fluctúan entre los 100 y 80 euros y en caso de compra con pago al contado se aplican rebajas de hasta el 15 %. Con estos precios, dicen los empresarios, no hay manera de montar una empresa y la consecuencia es doble: las inversiones se van a otros lugares, en muchos casos para Portugal, y los polígonos de Arousa siguen vacíos.Para tratar de revertir esta tendencia hay varias iniciativas en marcha que apuestan por el arrendamiento como alternativa a la compra. En el polígono de Barro-Meis se acaba de instaurar la fórmula de constitución del derecho de superficie, la cual permite ocupar una parcela pagando solo el 6 % del valor de venta de la misma, hasta un máximo de veinticinco años. Pasado este tiempo, si no se materializa la opción de compra, los terrenos revertirán en la Diputación de Pontevedra, propietaria del polígono.
La cesión de derechos se aplica a 48 parcelas, que tienen entre 1.500 y 6.000 metros cuadrados cada una, hasta un total 157.263 metros cuadrados.
En Barro-Meis todavía queda mucho suelo sin industrias, como queda también en los dos polígonos de titularidad estatal que hay en la comarca: Abalo (Catoira) y Baión (Vilanova). En este último, de 300.000 metros cuadrados, solo hay cinco empresas asentadas que ocupan el 20 % de su superficie. Desde Vilanova lo han intentado todo para tratar de atraer empresas. El alcalde se fue a México en busca de inversores y la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, acudió en persona a Vilanova para tratar de impulsar esta zona industrial, y ni con esas. Pero en Vilanova no tiran la toalla.
El alcalde Gonzalo Durán ha solicitado a la presidenta del Sepes -organismo dependiente de Fomento de gestión de suelo pública empresarial- que posibilite el alquiler de los terrenos como alternativa a la compra. De este modo, argumenta el regidor, se podría incentivar la implantación de nuevas empresas porque la inversión no sería tan grande, y si el negocio va bien, sus propietarios siempre tendrían la opción de compra de la parcela que ocupan. Según Durán, la propuesta cuenta con el visto bueno de la Xunta y ha sido bien recibida por el Sepes, que va a estudiar la cuestión. El de Baión es uno de los polígonos mejor comunicados de la comarca y, pese a ello, ha resultado un fracaso. Como fracaso fueron también el de Abalo -donde solo hay ocupadas cuatro de las parcelas disponibles- y el de Nantes (Sanxenxo), de iniciativa privada, que se ha convertido en un desierto.
Frente a este panorama, los polígonos de O Pousadoiro (Vilagarcía) y de O Salnés (Ribadumia y Cambados) están al completo. En este último, en el de Sete Pías, también exploran la fórmula del alquiler como vía para fomentar la apertura de nuevas empresas. El Concello de Cambados ha creado un vivero industrial que permite alquilar cuatro locales, con superficies que van entre los 332 y los 499 metros cuadrados y precios que oscilan entre los 349 y 524 euros al mes. Este espacio está dirigido a pequeños talleres. A mayores, en Sete Pías hay otro edificio con locales en alquiler para emprendedores, que está completo.
En Vilanova también apuestan por este modelo. El Concello confía en poder iniciar este año las obras para construir un vivero industrial en Baión que ofrezca a los empresarios locales dotados de servicios comunes.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/catoira/2017/01/28/alquiler-nueva-baza-atraer-industrias-poligonos/0003_201701A28C1992.htm
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