Dio el salto de la banca a las renovables con la creación en 2007 de una
firma que hoy lidera desde Barro la instalación de paneles solares para
autoconsumo en empresas en España
EL REFRÁN que dice que ‘en casa del herrero, cuchillo de palo’ no es aplicable a Fernando Romero, pues en su vivienda cuenta con un sistema de autoconsumo aislado con baterías que le da "total independencia de la red eléctrica". El empresario asegura que es una opción "factible para cualquiera". El coste es de unos 8.000 euros, pero "se compensa con los ahorros".
¿Cómo definiría el momento en el que está la empresa que fundó?
Estamos en una etapa de crecimiento exponencial desde 2018,
incrementando el volumen de obras y las cifras de facturación año tras
año. Llevamos más de una década ejecutando proyectos fotovoltaicos para
empresas de todos los sectores y tamaños en todo el ámbito nacional,
ostentando una cuota de mercado superior al 60%.
Entre los últimos clientes están compañías como Estrella
Galicia, Iberconsa o Froiz. ¿Se puede decir que hay un ‘boom’ en la
instalación de placas solares en la industria?
Así es. La derogación del impuesto al sol y la aprobación del real
decreto que regula el autoconsumo han favorecido su despegue en España.
El contexto es favorable para las instalaciones de autoconsumo
fotovoltaico, no solo entre empresas, también a nivel particular. Las
compañías saben que, si quieren ganar competitividad, una de las medidas
más eficaces es la reducción de costes, y el consumo energético es de
los gastos más altos que deben afrontar. La solar fotovoltaica evita que
las empresas estén sometidas a la variabilidad del precio de la
energía. Además, tienen obligación de reducir su impacto en el medio
ambiente.
¿Para qué tipo de negocios puede ser una gran opción el autoconsumo?
Todos son susceptibles de beneficiarse, aunque está especialmente
indicado para empresas con alto consumo energético, como las
electrointensivas. También es una opción muy recurrente en el sector
primario: bodegas, granjas, etc.
¿Qué inversión requiere una instalación y qué ahorro se obtiene?
La inversión depende de la potencia a instalar, pero cada vez es menor.
La maduración de las tecnologías ha provocado la caída de los precios de
los componentes fotovoltaicos. Los plazos de amortización, por lo
tanto, también se reducen, situándose en torno a los 4-6 años. Además,
existen vías de financiación para realizar la instalación sin que la
tesorería de la empresa se vea afectada, como subvenciones, renting o
acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (PPA). El ahorro
energético se sitúa, de media, en torno al 40- 60% de la factura
eléctrica anual.
En 2008 éramos tres personas en plantilla y hoy superamos las 70. No hemos pensado nunca en movernos de Galicia
¿Quedan aún trabas normativas que dificultan el despegue del sector?
El real decreto de 2019 introdujo cosas positivas, como la regulación de
las modalidades de autoconsumo y la simplificación de trámites para
algunas instalaciones, sobre todo las domésticas, pero hay que seguir
reglamentando para corregir errores y promover mejoras que beneficien a
las empresas que operamos en el sector y promuevan realmente la
generación distribuida. Su esencia es que todos podamos beneficiarnos
por cercanía de consumo, que las instalaciones puedan volcar sus
excedentes y que esto sea un eje del cambio de modelo energético. Es
necesario que la modalidad con excedentes sea más simple y ágil, y que
haya homogeneidad de normas a nivel autonómico. Seguimos por detrás de
otros países europeos menos beneficiados por el recurso solar, como
Alemania.
En paralelo a la línea de negocio dirigida al autoconsumo
para empresas, EiDF Solar desarrolla plantas de generación fotovoltaica
para la venta de energía a la red. ¿Cuáles son los planes en esta área?
Contamos con una cartera de proyectos distribuidos por España de 820
megavatios, de los que en torno a la mitad cuentan ya con un punto de
conexión y accesibilidad a la red. El pipeline actual [trayecto entre el
primer contacto con el cliente y el cierre de la venta] garantiza
proyectos altamente viables para los próximos cuatro años, con una
inversión prevista de más de 300 millones. En 2020 la compañía ha puesto
el foco en el desarrollo y gestiones administrativas previas a la
ejecución de los proyectos. En septiembre inició las obras en dos de sus
parques fotovoltaicos en Toledo, que conllevan una inversión de 10
millones.
¿Desarrollarán alguno en Galicia?
Hemos estudiado la posibilidad de impulsar algún proyecto de generación
en la comunidad, pero la mayor parte de los expedientes que tenemos
abiertos se sitúan en la mitad sur del país por sus buenas condiciones
orográficas.
¿EiDF seguirá manteniendo sus raíces en la comunidad?
No hemos contemplado nunca la posibilidad de movernos de Galicia. Esta
es nuestra casa y donde queremos seguir creciendo. De hecho, hemos
adquirido una nueva parcela al lado de nuestra sede, en el polígono de
Barro, para derivar ahí parte de nuestra actividad.
Preparan el salto al BME Growth para seguir creciendo. ¿Hay fecha?
La salida ya estaba contemplada en el plan de negocio de 2020, pero la
irrupción de la pandemia obligó a posponerla. La previsión es que se
materialice en el primer cuadrimestre de este año, lo que nos permitirá
acceder a financiación de diferentes inversores para impulsar nuestro
modelo de negocio.
https://www.diariodepontevedra.es/articulo/economia/cada-vez-es-menor-inversion-exige-instalacion-fotovoltaica/202102241407311128409.html
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