La provincia de Pontevedra, en Galicia, es un auténtico paraíso natural que alberga una gran diversidad de bosques y parajes mágicos.
Estos frondosos bosques son tesoros escondidos que ofrecen un espectáculo impresionante a quienes se aventuran a visitarlos.
Con castaños centenarios, lugares donde la tierra se funde con el agua y miradores naturales excepcionales, cada rincón nos sumerge en una atmósfera de tranquilidad y conexión con la naturaleza.
El encanto de cualquier bosque de Pontevedra es indiscutible durante todas las estaciones del año, pero es en el otoño cuando alcanzan su máximo esplendor.
Cuando las hojas de los árboles adquieren tonalidades ocres, doradas y rojizas, la magia de esta estación se despliega ante nuestros ojos, creando un paisaje de cuento de hadas.
La caída de hojas caducas, la recolección de castañas y la aparición de setas hacen de esta época un momento idóneo para sumergirse en la naturaleza y disfrutar de su belleza en su plenitud.
En este recorrido por los bosques más destacados de Galicia, nos adentraremos en parajes inolvidables:
- Monte Aloia (Tui)
- Bosque Encantado de Aldán (Cangas)
- Fraga de Catasós (Lalín)
- Bosque de Colón (Poio)
- Sobreirais do Arnego (Agolada, Lalín y Vila de Cruces)
- Monte da Picaraña (Ponteareas)
- Carballeira de San Xusto (Cotobade)
- Monte Penide (Redondela)
- Parque Natural de Barosa (Barro)
1. Monte Aloia (Tui)
Enclavado en el corazón de Tui, el Monte Aloia se alza como un auténtico tesoro natural, considerado el primer Parque Natural de Galicia y, aunque el más pequeño, no por ello menos impresionante. Desde su declaración como Parque Natural en 1978, este conjunto montañoso ha cautivado a los amantes de la naturaleza con su belleza y singularidad.
Situado en el límite sur de la conocida sierra do Galiñeiro, el Monte Aloia se extiende majestuosamente por una superficie de tan solo 750 hectáreas. A pesar de su tamaño modesto, alberga una sorprendente biodiversidad y una rica variedad de flora y fauna que enamora a quienes lo visitan.
El Parque Natural Monte Aloia cuenta con una extensa red de caminos que invitan a adentrarse en sus maravillas naturales. Seis impresionantes miradores se dispersan a lo largo de sus senderos, ofreciendo vistas panorámicas de excepción que quitan el aliento.
2. Bosque Encantado de Aldán (Cangas)
El Bosque Encantado de Aldán, también conocido como Finca de Frendoal o Casa do Conde, es un lugar entrañable que ha ganado popularidad en los últimos años. Durante el verano, este mágico bosque atrae a una gran cantidad de turistas y curiosos que se dejan envolver por su encanto. Sin embargo, en el resto del año, el Bosque Encantado se transforma en un rincón tranquilo y sereno, manteniendo su magia intacta.
Además del Bosque Encantado, cerca de esta maravilla natural se encuentra la Ruta de los Molinos del río Oxa, una senda que brinda la oportunidad de prolongar el paseo y seguir disfrutando de la naturaleza. Sin embargo, en los últimos tiempos, esta ruta ha mostrado un aspecto descuidado, lo que ha llevado a que algunos visitantes se sientan decepcionados por el estado de conservación.
A pesar de ello, el Bosque Encantado de Aldán sigue siendo un lugar mágico que cautiva a todos aquellos que se aventuran a recorrerlo. Su encanto y su atmósfera especial hacen que sea un destino inolvidable en cualquier época del año, y un rincón que guarda secretos y leyendas que perduran en el tiempo.
3. Fraga de Catasós (Lalín)
La Fraga de Catasós, ubicada en la localidad de Lalín, Pontevedra, es uno de los enclaves naturales más encantadores de Galicia. Rodeada por la sierra do Candán, esta área fue merecidamente declarada Monumento Natural y reconocida como Espacio Natural de Interés Local (ENIL) debido a su gran riqueza y valor medioambiental.
En esta fraga, un bosque de hoja caduca de carácter atlántico, se pueden apreciar majestuosos robles y castaños centenarios, lo que ha llevado a incluirla en el Catálogo de Árboles Singulares de la comunidad gallega. Un lugar lleno de magia y esplendor que deleita a los visitantes con su belleza natural única.
4. Bosque de Colón (Poio)
En la localidad de Poio, encontramos un tesoro natural único en toda Europa: el Bosque de Colón, un extenso y majestuoso bosque de secuoyas californianas.
Estos árboles, conocidos por su impresionante altura y longevidad, son testigos vivientes de la historia. Conmemorando el 500 aniversario de la llegada a América, el Bosque de Colón fue creado como un lugar lleno de simbolismo y esplendor.
Con una extensión de 2 hectáreas, este mágico bosque ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de paseos inolvidables rodeados de la grandiosidad de estas centenarias secuoyas.
Para aquellos que buscan descansar y reponer energías, el Bosque cuenta con acogedores merenderos, el lugar perfecto para recargar fuerzas después de una jornada en medio de la naturaleza.
Un destino imperdible que nos transporta a un mundo de serenidad y asombro en el corazón de Galicia.
5. Sobreirais do Arnego (Agolada, Lalín y Vila de Cruces)
El encantador Sobreiral de Arnego, es un espacio natural que abarca los municipios de Agolada, Lalín y Vila de Cruces. Declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) dentro de la Red Natura 2000, este lugar es un auténtico tesoro de fraga atlántica con influencia mediterránea, en la cuenca del río Ulla.
Los protagonistas indiscutibles de este paisaje son el majestuoso alcornoque y el imponente roble, que dotan al entorno de una belleza natural incomparable.
En este mágico rincón de la naturaleza, se encuentra la playa fluvial Ponte Vilariño, un lugar especial donde los visitantes podrán disfrutar de un manantial de aguas termales.
Sumergirse en estas aguas termales es una experiencia rejuvenecedora y relajante que complementa perfectamente la maravilla del Sobreiral de Arnego.
En este idílico entorno, se respira aire puro y se pueden realizar caminatas inolvidables, conectando con la exuberante flora y fauna que lo habita.
Un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad, que invita a perderse entre los árboles y disfrutar de la serenidad de este mágico rincón gallego.
6. Monte da Picaraña (Ponteareas)
El Monte da Picaraña, en Ponteareas, ofrece a los amantes del senderismo una experiencia única para descubrir la riqueza natural e histórica que encierra cada rincón.
Con varias rutas señalizadas, los entusiastas del senderismo pueden adentrarse en la naturaleza y explorar la montaña en todo su esplendor.
Entre las opciones, destaca el Roteiro dos Penedos da Picaraña (PR-G, 120), una ruta homologada y circular de aproximadamente siete kilómetros.
Esta senda inicia en el barrio da Serra, en la parroquia de Arcos, y asciende hasta la cumbre de la montaña, ofreciendo vistas panorámicas mientras se admiran las curiosas formaciones rocosas que pueblan el denso bosque.
Por otro lado, el reciente Roteiro do Castro, con una longitud de 3 kilómetros, atraviesa diversas zonas arqueológicas del monte da Picaraña.
Esta ruta parte desde el alto das Rabadeiras y finaliza en el entorno de Chans da Picaraña, permitiendo a los senderistas explorar fascinantes vestigios del pasado mientras disfrutan de la belleza natural de la zona. Un lugar perfecto para conectar con la naturaleza y sumergirse en la historia ancestral que esconde este impresionante monte.
7. Carballeira de San Xusto (Cotobade)
La Carballeira de San Xusto (Cotobade), es un bosque tranquilo que ofrece mucho más que solo naturaleza. Junto a la belleza de este frondoso entorno, los visitantes pueden disfrutar de otros atractivos como la encantadora capilla de San Xusto y los Baños de San Xusto, que son las ruinas de un antiguo balneario.
Además, a lo largo del río se encuentran los vestigios de molinos del siglo XIX, añadiendo un toque histórico a este entorno acogedor.
La Carballeira de San Xusto ofrece a sus visitantes la oportunidad de pasar un día inolvidable, ya que dispone de merenderos y asaderos para disfrutar de un gran día en plena naturaleza.
Un lugar ideal para relajarse, explorar la historia y deleitarse con la majestuosidad de la naturaleza.
8. Monte Penide (Redondela)
El Monte Penide, también conocido como Monte Mirallo, esconde un tesoro arqueológico que nos conecta con 4.000 años de prehistoria.
En su penillanura, se encuentran importantes yacimientos que dan testimonio de la ocupación humana desde tiempos inmemoriales.
Los hallazgos paleolíticos dispersos en la superficie sugieren una presencia humana desde el Paleolítico Inferior, hace más de 100.000 años.
Sin embargo, lo más impresionante son los restos dejados por las comunidades prehistóricas más recientes, revelando una evolución cultural a lo largo del tiempo y convirtiendo a Monte Penide en un lugar de paso histórico y fascinante.
Cada paso dado en este monte nos sumerge en la rica historia de la humanidad y nos conecta con nuestros antepasados prehistóricos.
9. Parque Natural de Barosa (Barro)
El Parque Natural de Barosa, ubicado en Barro, es un lugar de ensueño caracterizado por los 17 molinos que adornan la cascada del río Agra.
Esta joya natural es perfecta para visitar tanto en verano, cuando algunos se aventuran a refrescarse en sus pozas, como en invierno, cuando el paisaje se tiñe de una serena calma.
Es una escapada inolvidable para toda la familia, ya que cuenta con zonas de merenderos donde disfrutar de un picnic rodeado de la naturaleza y un parque infantil que asegura diversión para los más pequeños.
El Parque Natural de Barosa regala momentos mágicos y una conexión profunda con la belleza de la naturaleza en su estado más puro.
En definitiva, la provincia de Pontevedra es un verdadero regalo para los amantes de la naturaleza. Sus bosques nos invitan a maravillarnos con la belleza que nos ofrece el entorno natural y a disfrutar de momentos inolvidables en cada visita. Así que, si buscas una escapada para reconectar con la naturaleza, no te pierdas la oportunidad de explorar estos mágicos bosques de Galicia.
https://www.diariodepontevedra.es/articulo/pontevedra/bosques-pontevedra-visitar-naturaleza/202307311539201264727.html
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