La experiencia para conocer sobre el terreno
diferentes formas de tratamiento de la basura mediante métodos de
compostaje ha animado a los concellos a poner en marcha planes piloto a
la mayor brevedad. Tanto, que ayer, César Mosquera (BNG), vicepresidente
de la Diputación de Pontevedra, anunció que la institución acometerá un
cambio de destino de fondos sobre el presupuesto actual para impulsar
este tipo de proyectos.
«Pode ser medio millón o pouden ser dous», dijo
Mosquera. ¿Por qué un abanico inversor tan amplio? Porque los modelos
municipales están sin definir. Se pretende que surjan de la aplicación a
escala local de experiencias como las vistas en Navarra y el País Vasco
durante las jornadas en las que a lo largo de esta semana han
participado representantes políticos y técnicos de 26 municipios de la
provincia. De ahí la inconcreción de la cifra. Pero influye otro factor.
Según Mosquera, la Diputación solo colaborará en proyectos mediante
fórmulas de cofinanciación. Los concellos tendrán que aportar fondos y
la iniciativa para que se garantice su implicación.
La corresponsabilidad será, de hecho, un factor
constante en el diseño de la estrategia. Rememorando su experiencia como
asesor en materia de gestión de residuos para varias áreas en Cataluña y
otras zonas del país, Carlos Pérez Losada -ahora asesor de la
Diputación en esta materia-, explicó que los sistemas solo funcionan si
se basan en la implicación de la ciudadanía. Y en el impulso de las
Administraciones, según su relato.
Cuando Carlos Pérez empezó a trasladar las
experiencias que había estudiado en Dinamarca, Italia y Austria a
diversas áreas de Cataluña, la respuesta que recibió fue algo así como
que la mentalidad europea era otra y no podía trasladarse allí. La
historia se repitió cuando, una vez implantado con éxito el modelo en
Cataluña, se trataba de llevarlo a otras zonas de España.
La perpetuación de ese argumento, a la hora de
implantar el modelo en la provincia, es lo que se trató de romper con la
visita sobre el terreno de las plantas navarras y vascas. Y parece que
se ha conseguido, atendiendo al relato de César Mosquera. «Podemos dicir que o paso é irreversible e o camiño é converter á provincia de Pontevedra nun referente, cando menos, en Galicia».
Transformar el tratamiento de los residuos orgánicos
en un modelo a copiar conllevará idear estrategias a escala híperlocal,
desde pequeños composteros, hasta la construcción de una planta como la
de A Canicouva, en Pontevedra. Y se estudia incluso el traslado de
residuos directamente a explotaciones agropecuarias para que estas
funcionen como zonas de compostaje. Tanto este último modelo como el de A
Canicouva requerirán tiempo, pero se espera que otras iniciativas estén
en marcha antes del 2016.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2015/09/12/diputacion-activara-fondos-impulsar-compostaje/0003_201509P12C3991.htm
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