Los cangrejos rojos americanos colonizan un antiguo yacimiento de xabre en Agudelo, en Barro
Una cantera abandonada que la lluvia convirtió en una
inmensa laguna. Un silencio sepulcral. Centenares de ojos observando
los movimientos de los pocos intrusos que conocen este fantasmagórico y
recóndito paraje de Barro y que se atreven a visitarlo. Podría ser el
inicio de una película de terror, pero son las consecuencias de la
actividad industrial.
Un antiguo yacimiento de xabre en Agudelo que hace
dos décadas trabajaba a pleno rendimiento es ahora una laguna en la que
proliferan unos conocidos invasores de los ríos y embalses españoles, el
cangrejo rojo americano.
Un rápido paseo por la orilla de este estanque, que
supera el millar de metros cuadrados, basta para descubrir a varios
ejemplares de este indomable crustáceo, que no duda en presentar batalla
a cualquiera que se atreva a cazarlo. Sin embargo, su bravura y
habilidad con su única pinza no son armas suficientes para hacer frente a
sus hambrientos depredadores. Gaviotas, zorros y humanos se han
especializado en la captura del cangrejo y los restos de estas
encarnizadas batallas quedan patentes también en la orilla de la laguna,
donde yacen los americanos más débiles.
Nadie sabe cómo han llegado a este lugar, pero se han
adueñado de él. Y muchas personas lo celebran, pues son varios los
vecinos que acuden a menudo al lago para tratar de hacerse con un puñado
de cangrejos con los que aderezar sus arroces o preparar un variado
salpicón. No obstante, otros barrenses tienen más reservas. «En esas
aguas estancadas, yo no me fiaría mucho», confiesa un vecino al ser
cuestionado si se atrevería a comerlos.
La presencia de estos invasores, que en otros lugares
han acabado con los cangrejos de río autóctonos, ya fue puesta en
conocimiento de las autoridades medioambientales de Galicia por parte
del Concello. Sin embargo, el rápido despliegue de este crustáceo por
toda la geografía gallega le ha servido a estos americanos para
desprenderse de la etiqueta de invasores, por lo que ya no son
perseguidos.
Sí que están preocupados en el Concello por la
seguridad en esta vieja cantera, a la que se llega a través de un camino
de tierra desde el polígono industrial de Curro. En el Concello sondean
instalar una red en el perímetro, para evitar posibles caídas.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2015/09/11/invasores-cantera-fantasma/0003_201509P11C8991.htm
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