La directiva de la mancomunidade de Monte Castrove plantea la necesidad de endurecer los requisitos que se exigen para ser miembro de una de estas entidades de propiedad colectiva del monte, entre otras suprimir la referencia a "casa abierta" que recoge el Derecho gallego. La directiva acordó en su última reunión solicitar a la Xunta la redacción de una nueva ley de montes vecinales en mano común, pues la actual es de 1989 y entienden que se ha quedado obsoleta en muchos aspectos.
El presidente de la Mancomunidade, Claudio Quintillán plantea por ejemplo la necesidad de mejorar la organización y gestión interna de los colectivos, cambiando desde las normas de asistencia mínima necesaria para celebrar una asamblea, hasta las condiciones requeridas para tener la consideración de comunero. La ley de 1989 plantea que el aspirante debe tener "casa abierta" en la parroquia de la comunidad –antiguamente se pedía que echase humo, como prueba irrefutable de que estaba habitada– y actividad relacionada con el monte.
Pero la realidad social ha cambiado mucho en las últimas décadas, y Quintillán aboga por endurecer los requisitos para ser comunero. "Podemos encontrarnos con el caso de que una persona que vive fuera de la parroquia la mayor parte del año y que por lo tanto solo le interesa obtener un ingreso por la venta de madera, pueda frenar con su voto los proyectos de explotación ganadera o agrícola a largo plazo de la gente que sí vive en la parroquia".
Por ello, los comuneros plantean un articulado más concreto, de modo que "se garantice que el monte sirva para el desarrollo rural", apostilla Quintillán.
Ley de montes
En la reunión de la directiva se habló también de la ley de montes en la que está trabajando la Consellería do Medio Rural e do Mar y que se debatió hace unos días en el Parlamento autonómico. La agrupación de comunidades de Castrove –que integra una docena de entidades del sur de O Salnés y de la zona de Pontevedra– presentará alegaciones, aunque serán sometidas al parecer de la asamblea general de comuneros que tendrá hoy a las 20,30 horas en Armenteira.
Quintillán avanza algunos de los aspectos del documento que en su opinión deberían ser matizados. Así por ejemplo, la Xunta prevé incrementar el porcentaje de los beneficios que las comunidades están obligadas a reinvertir en el monte. En la actualidad ese porcentaje es del 15 por ciento, pero el departamento que dirige Rosa Quintana quiere subirlo al 40. El presidente de los comuneros del Castrove asume que el planteamiento es bueno, pero opina que "habría que tener en cuenta el plan de inversiones y de viabilidad de cada comunidad". Así, Quintillán plantea el caso de una comunidad que se haya quedado sin madera por culpa de los incendios, lo que implica que no dispondría de beneficios hasta dentro de unos 15 años, cuando se puedan talar los árboles plantados tras la quema. Así las cosas, esa comunidad no podría invertir durante un largo período de tiempo. Como solución, sugiere que la Xunta permita a los propietarios repartir entre varios años la inversión de los beneficios.
Los conflictos de lindes se quedan sin árbitro
Otro "problema" que aprecia el representante de los comuneros del Castrove es que la Xunta pretende desligarse de la resolución de los conflictos por lindes, en los que hasta ahora actuaba como árbitro. La normativa que está a debate en el Parlamento autonómico señala que el arreglo de estas discrepancias debe correr de parte de los particulares y las comunidades, y Claudio Quintillán teme que al no haber arbitraje público se disparen los litigios y los gastos judiciales para intentar resolverlos.
Asimismo, la administración autonómica trabaja en el borrador de una nueva ley de caza, que también afecta a los gestores del monte. En este sentido, la directiva de la Mancomunidade del Castrove apunta que el borrador contempla que los propietarios lo único que tendrán que hacer es ceder los terrenos a un Tecor (sociedad de caza), pero que no participarán en la gestión del recurso cinegético. Quintillán opina que es necesario cambiar este punto.
En la reunión de esta semana de la directiva de la Mancomunidade de comunidades de montes en mano común del Castrove también se aprobó urgir a la Xunta la redacción del plan de ordenación del ganado salvaje, que la administración autonómica prometió hace un año y cuatro meses. Y se habló de la planta de biomasa prevista en San Lourenzo de Nogueira, que será uno de los temas estrella de la asamblea general de esta tarde en Armenteira.
Hoy se hablará también de los cultivos energéticos y de la reducción de la franja de seguridad a las viviendas.
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