Piden un control de la masificación para no sufrir los problemas del francés
Los hospitaleros de los albergues del Camino
Portugués conocen bien las necesidades y los problemas con los que se
encuentran los caminantes. En el encuentro que mantuvieron este fin de
semana en Pontevedra pusieron de manifiesto la necesidad de controlar
una posible masificación de cara al Año Santo del 2021, en el que
se prevén que el número de peregrinos se incremente hasta los 100.000,
más del triple que en la actualidad. A falta del último trimestre, este
año se esperan alcanzar los 32.000, a la altura del último xacobeo del
2010.
El tirón del Camino Portugués es cada vez
mayor y cuenta con el apoyo de las instituciones: Xunta, Diputación y
concellos. También, del Intergrupo Caminos de Santiago del Parlamento
Europeo, que presiden el pontevedrés Millán Mon, y del Eixo Atlántico,
para ponerlo al mismo nivel que su «hermano francés».
No obstante, desde la Asociación de Amigos del
Camino advierten de la necesidad de adoptar medidas para que no se
reproduzcan aquí los problemas del Camino Francés ante esa previsible masificación.
Su presidente, Celestino Lores, se refirió en concreto a los conflictos
de alojamiento y peleas por captar peregrinos entre determinados
establecimientos del sector hotelero privado. Según Lores, esas «luchas
por una cama» van en contra del espíritu del Camino.
«Menos competitividad y más profesionalidad
para atender a los peregrinos», reclaman los hospitaleros. En el caso
de Pontevedra, existe una buena relación y colaboración entre el
albergue de O Gorgullón, que gestiona Amigos del Camino, y los distintos
hoteles de la ciudad. «Nosotros damos un servicio tanto de acogida como
de información de los establecimientos hoteleros de todas las
categorías que hay en Pontevedra, incluso de bares y restaurantes que
nos dejan sus tarjetas», señaló Lores. Esa buena relación existe también
con el albergue privado, situado en la misma zona de O Gorgullón, al
que también mandan clientes, como al resto de hoteles, hostales y
pensiones, cuando el albergue público está completo, como ocurrió
durante todo el verano.
Más del 50% de los peregrinos no duermen en
albergues públicos, «porque la capacidad es limitada y la gente ya no
tiene esa idea de que pernoctar en ellos es más ortodoxo». Y se anima y
apoya a la iniciativa privada para aumentar la oferta de plazas.
Otro problema del Camino Francés que salió
a relucir este verano fue el de robos en albergues, que en la ruta lusa
no se han producido, salvo algún episodio puntual. Hace un año una
danesa y un portugués denunciaron la sustracción robo de una mochila y
un móvil, cuyos autores fueron personas ajenas al albergue y a los
peregrinos, que se colaron en las instalaciones.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2014/09/15/hospitaleros-camino-portugues-quieren-evitar-luchas-cama/0003_201409P15C1991.htm
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