Desde la Pradera Bea Heyder, en Meis, denunciaron ayer un nuevo caso de maltrato animal. En esta ocasión, el caballo fue encontrado en una cuadra del lugar de San Mauro, en Barro, en unas condiciones lamentables. Tanto, que nada se pudo hacer por salvarle la vida. La Guardia Civil, que fue la que entró en la vivienda y dio aviso a los servicios veterinarios, ha abierto una investigación para determinar la responsabilidad del propietario. «Esto es lo que está pasando y la gente tiene que darse cuenta de que hay que actuar y denunciar», se quejaba ayer Bea Heyder, en cuyas instalaciones se recuperan varios caballos que llegaron allí en muy malas condiciones.
«A mi me avisaron de que allí había un caballo que estaba en malas condiciones desde hace tiempo», relata Heyder. Así que dio aviso a la Guardia Civil. Cuando los agentes entraron en la cuadra, el espectáculo era desolador. «El caballo estaba tirado encima de un lodazal», relata. Estaba también muerto de hambre y en los huesos. Su situación era tan mala que el veterinario que se desplazó a la zona para intentar ayudarlo nada pudo hacer por salvarle la vida. «Se le puso tratamiento, pero ya no hubo nada que hacer. El animal era incapaz de levantarse», añade Heyder. Así que, al final, se optó por sacrificarlo.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de esclarecer lo sucedido. El propietario del animal deberá responder por un delito de maltrato. «La Guardia Civil denuncia de oficio, pero yo también denuncio. Lo sorprendente es que nadie lo haya hecho antes», se queja Heyder. Reconoce que el caballo estaba, en este caso, en el interior de una cuadra que no se veía desde el exterior. «Yo creo que a su dueño se le olvidó el caballo. Acabó la temporada, lo metió en la cuadra y ahí lo dejó sin darle de comer ni nada», añade. De ahí que presentara un aspecto tan deplorable. «Estaba completamente desnutrido, se murió de inanición», denuncia.
Más casos
Este es el segundo caso de maltrato animal relacionado con caballos que trasciende esta semana. Porque en la Pradera Bea Heyder tuvieron que hacerse cargo también de Platera, una yegua de tres años que estaba atada en una finca con una pata completamente destrozada. Desde esta entidad, animan a los vecinos a denunciar situaciones como estas, para poder poner fin al sufrimiento que están padeciendo estos animales.
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