La Diputación firmó el convenio para la cesión de seis naves y tres oficinas
El vivero de empresas de Barro-Meis ya está completo. Ayer la Diputación firmó el convenio para la cesión de seis naves y tres oficinas a seis emprendedores que iniciarán su actividad en las próximas semanas. Con esta entrega, queda completo. Ya no hay sitio para más, al menos por ahora. Están ocupadas las 16 naves y 19 de 24 oficinas del vivero. «Temos unha lista de agarda tanto para poder ocupar unha nave como para poder ocupar certo tipo de oficinas que xa están completas», señala la Diputación, que ayer recibió en el Pazo Provincial a los seis emprendedores. Entre los proyectos que se llevarán a cabo estarán negocios de compra-venta de vehículos, fabricación de piezas de precisión para automoción y aeronáutica o el diseño y la comercialización de tecnología. «Estos proxectos que se están a asentar no viveiro que se converterán en empresas de referencia», que destacó la innovación de los emprendedores.Poco a poco el polígono de Barro-Meis va teniendo movimiento. Ahora cuenta con actividad en las 16 naves del vivero de empresas de la Diputación, pero además de eso, el propio parque industrial tiene actividad con el 49% del suelo vendido, es decir con 127.081 metros cuadrados en manos de empresarios. La superficie más grande es la que ocupa Distribuciones Froiz, con 16 parcelas. Junto a la compañía alimenticia están instaladas en el polígono otras 18 empresas de diversos sectores. «Moita mais xente está pedindo información, nótase que se está saíndo da crise e que hai máis interese en investir», subraya Silva.
Obleas con imágenes del Camino
Buscaba un proyecto, una salida, que le permitiese compaginar el cuidado de sus dos niñas de 2 y 4 años con ganarse la vida. María Pilar Alonso le dio muchas vueltas a la cabeza y utilizó a su entorno como laboratorio de pruebas hasta que dio con la solución. Haría obleas de sabores con motivos del Camino de Santiago. «Son productos sin aditivos que no son caros», explica Alonso, que espera sacarlos al mercado en cuatro sabores: vainilla, cacao, café y coco. Con la idea ya clara y la ilusión en lo más alto, solo faltaba una cosa, el local. «El principal problema es que necesitaba un registro sanitario y alquilar un local es muy caro», explica. Así que buscando información llegó hasta la Diputación. «Es una buena opción, necesita poca inversión y la cesión es durante un año», señala Alonso, una de las emprendedoras que se quedará con una de las naves del vivero de Barro-Meis. Ahora espera por la maquinara para poder fabricarlas. Tiene en mente 12 diseños de obleas distintos.https://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/meis/2018/01/06/seis-emprendedores-completan-vivero-empresas-barro-meis/0003_2018001A6C4995.htm
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