comunidad de montes de curro
Los comuneros podría denunciar a unos vándalos a los que grabaron causando destrozos. Pero prefieren darles la opción de disculparse
09 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
No es la primera vez que la comunidad de montes de Curro (en el municipio de Barrio), una entidad que tiene unas cuidadísimas instalaciones deportivas, sufre la acción de gamberros en su campo de fútbol o en las piscinas. Y tampoco es la primera vez que los comuneros responden a estos actos vandálicos ejerciendo más de padres que de otra cosa. E indicándoles a los gamberros que, si bien podrían denunciarles porque las cámaras de precisión con las que cuentan permiten identificar perfectamente la matrícula de su coche y sus caras, en principio, no van a hacerlo. Prefieren, antes de nada, otorgarles el derecho a disculparse.
Resulta que, en esta ocasión, tres rapaces se colaron en su campo de fútbol —está abierto, pero su uso se limita a los vecinos de la parroquia y ellos no lo eran— y, si bien al principio se limitaron a jugar un partido y punto, cando se cansaron de darle patadas al balón al campo buscaron un entretenimiento menos adecuado. Comenzaron a darle patadas a la pelota contra los vestuarios, aparentemente para ver si acertaban a meter el balón hacia dentro. Y, en uno de esos punteirolos, una de las papeleras de los aseos saltó por los aires y quedó destrozada. Rompieron ese recipiente, cuyo valor no pasa de los veinte euros. Pero, como señala Miguel Maquieira, el presidente de la comunidad de montes, «puideron romper a porta ou calquera outra peza do baño».
El caso es que la entidad decidió contar en las redes sociales lo sucedido, explicando que tienen la grabación de toda la secuencia, desde que los rapaces, que aparentan unos veinte años, se apearon de un vehículo hasta que se marcharon muertos de risa tras romper la papelera en cuestión. ¿Por qué lo dieron a conocer si solo se trató de un destrozo mínimo? Por varias cuestiones, entre ellas para que quede claro de que se trata de un recinto permanentemente vigilado y de que los comuneros no comulgan con ningún tipo de acto vandálico. También contaron la historia porque, en vez de acudir a denunciar estos hechos, prefieren darle la oportunidad a los chavales de pedir disculpas y, de paso, reponer la papeleras dañada. «Todos fomos mozos e todos fixemos cousas, pero non podemos permitir que se estraguen así as cousas. Aceptamos que se desculpen e que se comprometan a non volver facer algo así. Porque o mesmo que romperon iso puido ser outra cousa. Non se trata de facer ningún drama, de feito contamos isto botándolle humor, pero queremos que quede claro que non nos fai ningunha graza», señala Miguel Maquieira.
Los comuneros recuerdan que a sus instalaciones, que incluyen tanto canchas como piscinas, solamente pueden tener acceso los vecinos de la parroquia de Curro.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2023/09/09/gamberros-derecho-pedir-perdon-curro/0003_202309P9C7991.htm
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