Concluye la explanación de los terrenos en el enlace norte de la AP-9, pero los trabajos se ralentizan al menos hasta primavera para adaptar el plan a la inestabilidad de una superficie donde hace décadas hubo un vertedero
Rellenos ya realizados, donde se aprecia uno de los futuros viales. / RAFA VAZQUEZLas obras de reforma del nudo de Bomberos parecen «gafadas». Fueron necesarios diez años desde la aprobación del proyecto inicial, en 2015, para comenzar las obras, en julio pasado, y con un presupuesto que duplicaba el original. Ahora, la instabilidad del terreno obliga a frenar los trabajos, por no decir que se paralizan. Durante los últimos cuatro meses se trabajó en la fase de explanación y movimiento de tierras, una tarea ya finalizada en la que se extendió zahorra por el ámbito de actuación para alcanzar las cotas de los nuevos viales, que ya están marcados sobre el terreno.
Ahora, las obras deben reajustar su calendario a causa de la citada inestabilidad del suelo sobre el que se ejecutan los trabajos, que obliga a modificar el proyecto inicial. En la actualidad ya se trabaja en elaborar ese modificado que es necesario para pilotar los viales, que no contaban con ese tipo de cimentación que sí se estableció para el nuevo puente.
La previsión es retomar las obras «en torno a la primavera», según apuntan fuentes próximas al proyecto, aunque son plazos que se calculan «con todas las reservas» y se estima que el presupuesto será elevado. Estas mismas fuentes recuerdan que «durante los trabajos previos de sondeos surgieron dudas y se comprobó que era necesario pilotar estructuras de los nuevos accesos a la plataforma de la AP-9 y no solo la duplicación del puente de Domingo Fontán».
Y es que esta remodelación del enlace norte de la AP-9 se ejecuta en unos terrenos de relleno, en los que hace décadas incluso había un vertedero de basuras, y que aún genera «pequeños hundimientos» que es necesario solventar. En esencia, se trata del mismo problema que se produce en el paso elevado sobre la autopista en la calle Domingo Fontán, que reparó el Concello en marzo pasado pero que quizás se reproduzca en el futuro.
Según explican las fuentes próximas al proyecto, los estudios geotécnicos previos al comienzo de las obras han detectado problemas con el terreno «y se ha decidido reforzar la cimentación de uno de los nuevos ramales de acceso a la AP-9 con un micropilotado» no previsto inicialmente.
Por tanto, no será hasta dentro de unos meses cuando se produzcan cortes de tráfico, «dado que la continuidad de las obras tiene que acompasarse con la aprobación de esta mejora, que garantiza la durabilidad de la obra». Hasta ahora solo se trabajó en el movimiento de tierras dentro del enlace, sin afectar a la circulación del entorno, unas limitaciones circulatorias que se estimaron inicialmente para septiembre y que ahora quizás no lleguen hasta abril o mayo.
El presupuesto actual es de 9,9 millones, pero todo apunta a que tendrá que ampliarse
Los problemas de falta de estabilidad del suelo en esa zona no son de ahora. Ya se detectaron cuando se ejecutó este tramo de la autopista, abierto en 1992. En julio de aquel año ya hubo que reparar el «escalón» de Domingo Fontán y entonces se atribuyó este problema «a las cesiones del suelo controladas y previstas» ya que se trata de una zona de relleno que en estos treinta años aún no se había asentado por completo. Este problema parece que aún persiste. Los técnicos de Audasa señalaban entonces que el origen «es la falta de una consistencia total en los rellenos efectuados en la zona» , donde hubo un vertedero. Se aludía a «mínimos hundimientos del suelo que se producen periódicamente, movimientos muy ligeros que no suponen ningún peligro para la estructura ni para la circulación», aunque sí resultan muy molestos y obligan a circular muy despacio para evitar daños en los coches.
Las obras comenzaron oficialmente el 29 de julio y supondrán una inversión inicial de 9,9 millones, con la idea es que estén finalizadas en septiembre de 2025. No obstante, todo apunta a que ambos parámetros no se cumplirán. El coste puede aumentar de forma notable y la puesta e servicio probablemente se demore a 2026.
Supondría, por tanto, un nuevo retraso en una actuación que ya supera la década desde sus orígenes. Fue aprobado en 2015 y se adjudicó en mayo de 2023, casi un año antes del inicio de la obra.
Mientras tanto, el Ministerio de Transportes apura los últimos pasos para abrir el primer tramo de la autovía A-57 entre Vilaboa y Marcón después de nueve años de obras, desde octubre de 2015, cuando se celebró la ceremonia de colocación de la “primera piedra”.
Diciembre está marcado en rojo en el calendario ministerial para abrir los apenas seis kilómetros de cuatro carriles que constituyen el primer tramo de lo que se ha denominado como la futura circunvalación de Pontevedra. Este primer tramo de la autovía ha estado afectado todos estos años por la complejidad del proyecto y por los sucesivos retrasos a causa de la geografía, la escasez de materiales, la climatología y los imprevistos. Tras su apertura al tráfico, conectará la N-550 en Vilaboa, con la carretera de Ponte Caldelas, en Marcón. Para su plena efectividad, sería necesario completar su trazado completo, por Bora y Xeve y después hasta Curro, en Barro, para enlaza con la AP-9. Sin embargo, el segundo tramo, aunque ya aprobado, ha chocado con una gran oposición vecinal, con un recurso ante la Audiencia Nacional incluido, por lo que su ejecución aún está en el aire.
Una futura conexión directa desde el puente das Correntes y doble calzada en Domingo Fontán
Los trabajos consisten en la remodelación completa del nudo y conectarlo con el puente das Correntes. Su glorieta y la de Bomberos estarán unidas por un tramo de doble calzada con cuatro carriles gracias a la duplicación del paso elevado actual. Otra de las novedades es la creación de un paseo peatonal entre la calle Domingo Fontán y la Comandancia de la Guardia Civil. Se pasará «a una tipología de enlace tipo diamante con pesas con las dos glorietas existentes, que se modifican para adecuarlas a la nueva configuración», según el Ministerio de Transportes.
Se plantea un tramo de nueva calzada que enlazará la glorieta del puente das Correntes directamente con los ramales que soportan los movimientos Vigo-Pontevedra y Pontevedra-Santiago. «Con ello se consigue evitar dichos tránsitos y descargar tanto la glorieta de bomberos como el tramo de Domingo Fontán, entre ambas glorietas», precisa el ministerio, que añade que «se verá sensiblemente mejorada la capacidad del nudo viario duplicando dicho tramo de la avenida Domingo Fontán».
Para ello se habilitará un nuevo paso sobre la autopista, y además se facilitará el tránsito peatonal entre ambas márgenes. También se elimina la intersección existente en la actualidad a nivel de los ramales del enlace con la carretera PO-531.
https://www.farodevigo.es/pontevedra/2024/12/02/frenan-meses-obras-nudo-bomberos-112239385.html
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