El intento del PP de aprobar en el Parlamento una
condena unánime del terrorismo, al hilo de las acciones llevadas a cabo
por Resistencia Galega, acabó explotando ayer como una bomba de
relojería, sembrando la discordia entre los grupos políticos. Los
populares quieren poner la unidad frente al terrorismo en el centro del
debate, pero la oposición se resiste: «Sería a condena do inexistente», advirtió Beiras, que, al igual que el PSdeG y el BNG, sospecha que el PP usa este asunto para correr un tupido velo para no hablar de Bárcenas o de corrupción.
Pedro Puy, portavoz del PP, se deshizo en
explicaciones para aclarar que su grupo ya pensó en promover la
declaración institucional contra el terrorismo el pasado día 8, cuando
fue detenido un presunto miembro de Resistencia Galega con tres
artefactos explosivos en Ames. «Vemos con preocupación -dijo- que estalen bombas en sedes de partidos»
o bien de empresas, por lo que avanzó que su grupo redactará una
iniciativa de condena de estos hechos y pedirá posición al resto.
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