Condenado a tres años y tres meses el autor de una paliza a una sexagenaria en Barro

La Audiencia Provincial aplica al cuntiense Venancio V. T. la eximente incompleta al tener gravemente alteradas sus facultades intelectivas y volitivas en el momento de los hechos

Tres años y tres meses de prisión. Esta es la pena impuesta por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra a Venancio V. T., el vecino de Cuntis que fue juzgado en febrero como autor de un delito de lesiones por, entre otras agresiones, haber dado una paliza a una mujer de 69 en el lugar de Perdecanai, en Barro. Se le considera responsable de un delito de dos delitos de lesiones y otro de atentado (dado que llegó a agredir a otra mujer y a los guardias civiles que intentaron detenerlo) pero el tribunal le rebaja la pena al entender que actuaba con sus facultades intelectivas y volitivas gravemente alteradas por lo que le aplica una eximente incompleta.
La Fiscalía, que entendía también que el hombre tenía sus capacidades mentales mermadas, solicitaba seis años de cárcel inicialmente. La defensa, por su parte, reclamaba que la eximente fuese completa algo que tampoco comparte el tribunal.El tribunal le aplica la agravante de reincidencia.
Todo ocurrió el 13 de enero de 2011. Según el relato de hechos probados, Venancio V. T. se encontraba disfrutando de un permiso penitenciario (había sido condenado anteriormente a una pena de dos años y 16 meses de prisión por tres delitos de lesiones y maltrato familiar), cuando después de una comida con su hermano y su padre se encontró con esta mujer de 69 años en un camino del lugar de Lourido, en Perdecanai (Barro). Sin mediar palabra, la emprendió a golpes y puñetazos con ella hasta hacerla caer al suelo e incluso ya tumbada sobre la carretera continuó dándole patadas, dejándola allí tendida y alejándose del lugar.
El acusado vio entonces un vehículo conducido por una mujer que llegaba al lugar y se dirigió a él y con ánimo de lesionar a su conductora le lanzó un bloque de cemento que rompió el cristal de la ventanilla del conductor e impactó en el costado de esta mujer. Acto seguido le dio un puñetazo en un ojo, logrando la conductora ponerse fuera del alcance del agresor al escapar con el coche.
Luego el acusado regresó al lugar en donde la primera mujer de 69 años que había recibido esta paliza estaba siendo ya atendida por otras vecinas y se enfrentó a ella, propinando un cabezazo en el ojo a una de ellas. Las mujeres consiguieron que el acusado cayese tras un muro tras lo cual se tumbó en el patio de una vivienda de las proximidades.
Cuando llegaron dos agentes de la Guardia Civil el hombre todavía arremetió y forcejeó con los dos agentes que finalmente lograron reducirlo no sin esfuerzo. El fallo es recurrible ante el Tribunal Supremo.

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