El Pladiga de la Xunta mantiene desde hoy los mismos medios en el distrito, con una base de helicópteros en O Campiño -Solo Cuntis, Moraña y Campo Lameiro afrontan la temporada de más riesgo fuera de ese rango
Después de una semana de lluvias, el anticiclón regresa estos días a la comarca, precisamente con la llegada del mes de julio. Y en esta fecha se activa oficialmente del Pladiga, el plan anual de la Xunta para combatir los incendios forestales. El documento recoge los medios y protocolos para actuar en toda Galicia y en concreto, en la comarca de Pontevedra, que cuenta con una de las tres bases aéreas de helicópteros de la provincia. Ubicada en O Campiño, (Marcón), forma parte, con las de Silleda y Mondariz, de una red de 21 bases de este tipo en Galicia.
El Pladiga también detalla las zonas de alto riesgo de incendios forestales en toda la comunidad y Pontevedra, junto con otros diez municipios de la comarca afrontan esta nueva temporada con esa declaración por parte de la Xunta, al igual que en años anteriores. De los 14 concellos del entorno de la capital, once figuran en el plan de la Consellería de Medio Rural con esta máxima catalogación. Además de la ciudad del Lérez son Barro, Caldas, Cotobade, A Lama, Marín, Poio, Ponte Caldelas, Portas, Sanxenxo y Vilaboa. Tan solo Cuntis, Moraña y Campo Lameiro quedan al margen de este nivel máximo de protección. Tampoco aparece Ribadumia. Estos cuatro municipios son los únicos que no están declarados "de alto riesgo" en toda la provincia.
Según la normativa de la Xunta, en estas áreas de máximo riesgo se llevan a cabo "acciones más intensas de vigilancia, disuasión e investigación que en el resto del territorio". En ellas también se deben aplicar de forma extrema las restricciones como la prohibición de quemas controladas o las barbacoas en el monte, si bien este año está previsto que se autoricen en el Lago Castiñeiras, una vez que se instalen unos asadores especiales.
Pontevedra y su comarca, forman parte del distrito forestal XIX, que agrupa a 28 concellos de las demarcaciones de Caldas-O Salnés, Morrazo y Pontevedra. En todo este ámbito, este año estarán operativos un total de seis puntos fijos de vigilancia en el monte además de la base de helicópteros de O Campiño. De las 7.000 personas que lucharán contra el fuego en la comunidad autónoma, el Pladiga recoge que un total de 1.197 lo hacen desde hoy en la provincia de Pontevedra repartidos en unas 120 brigadas. En cuanto a medios materiales con base en la provincia, hay que sumar entre uno y tres helicópteros de vigilancia que aporta el Estado, cinco helicópteros de la Xunta y más de 40 motobombas de Medio Rural a las que hay que sumar otras 42 de los parques comarcales y municipales de bomberos así como de los concellos. Por último, hay también una cisterna nodriza de la Xunta, según recoge el Pladiga 2017.
Despliegue militar
A estos efectivos hay que sumar las aportaciones Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, del Ejército y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como la Unidad Militar de Emergencias, que en años anteriores establecía su base en Marín para actuar en los incendios de mayor gravedad y contaba con 30 efectivos.
Agentes del Seprona, efectivos de la Policía Autonómica y Nacional y de los equipos de investigación de la propia Xunta completan la nómina de efectivos que lucharán contra el fuego. No hay que olvidar también que todos los años se pone en marcha la operación "Centinela Gallego" en la que efectivos de la Brilat de Figueirido se suman a esta labor de vigilancia de los montes a mediados de mes.
En todo caso, los 1.197 efectivos de la provincia y la totalidad de los medios están previstos para las épocas de riesgo alto, ya que en aquellas catalogadas como bajo, el número de personas en alerta es de menos de 500, con unas 22 brigadas, que pasarán a 600 efectivos y 34 brigadas con el riesgo medio.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2017/07/01/pontevedra-diez-concellos-comarca-repiten/1709050.html
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