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jueves, 4 de noviembre de 2021

La A-57 en A Fracha: ¿último año de obras?

 Estado de las obras de la circunvalación, iniciadas a finales de 2015, en la zona de A Canicouva y Bértola.

Estado de las obras de la circunvalación, iniciadas a finales de 2015, en la zona de A Canicouva y Bértola. Gustavo Santos

El tramo de la A-57 entre Vilaboa y A Ermida (Marcón) cumple 72 meses de obras desde su inicio en noviembre de 2015, casi el doble del plazo inicialmente previsto y el Gobierno central ha fijado el horizonte de “finales de 2022” como fecha para su entrada en servicio. Falta un año para ese plazo, previsiblemente el último para disponer de los primeros seis kilómetros a lo largo de A Fracha de lo que en su día se planificó como una circunvalación de Pontevedra hasta Curro (Barro) a la que le faltan al menos quince kilómetros más.

Uno de los viaductos ya ejecutados. |   // G. SANTOS

Uno de los viaductos ya ejecutados. | // G. SANTOS

Sin embargo, diversos obstáculos en la ejecución de las obras, la crisis de suministros, que afectan sobre todo a la construcción, el propio ritmo de los trabajos y otros factores provocan incertidumbre sobre el cumplimiento de esos plazos. De entrada, la propia ejecución no deja de chocar con problemas, Hace unos meses, el propio gobierno central admitía que “en la ejecución de las obras han surgido diversas incidencias. Ha sido necesaria la realización de nuevos trámites expropiatorios y resolver numerosas interferencias con servicios afectados de abastecimiento a particulares, así como a líneas telefónicas y eléctricas, entre las que se puede destacar la afección a la línea de alta tensión de Pontesampaio a Lourizán propiedad de Ence y cuya reposición ha debido ser cuidadosamente programada y coordinada con la dirección de este empresa a efectos de no alterar el funcionamiento normal de la planta”. Este ritmo lento en los trabajos es aún más bajo en la tramitación administrativa de los otros dos tramos de la A-57: entre Marcón y Xeve y desde ahí hasta el nudo de la AP-9 en Curro.

Si a los obstáculos con los servicios, líneas eléctricas y red viaria local con los que se topan los operarios, se une la escasez de suministros y la falta de material, se explica que haya tajos de obra que parezcan estar aún muy retrasados, con algunos viaductos aún pendientes de completar, zonas aún con movimientos de tierra y sin ningún tramo todavía asfaltado en tan solo seis kilómetros de autovía (a los que hay que sumar otros 2,5 kilómetros de vía convencional para conectarla la A-57 con la Nacional 550 y la AP-9 en Vilaboa).

El recorrido cuenta con cuatro grandes viaductos, si bien la actuación global incluye otras once grandes estructuras para garantizar su permeabilidad a lo largo del recorrido. En estos seis primeros kilómetros entre A Ermida y Pilarteiros se invertirían inicialmente 79 millones de euros.

Otra razón que provoca dudas en cuanto a que 2022 sea el último año de ejecución de este “eterno” proyecto es el grado de ejecución presupuestaria de los proyectos estatales en el municipio de Pontevedra. Se trata de un balance que realiza periódicamente el Gobierno central, y siempre se concluye que las obligaciones reconocidas (los pagos realizados) son muy inferiores a las previsiones.

En el caso de la A-57 Vilaboa-A Ermida, el último resumen corresponde a los ocho primeros meses de este año, hasta el 31 de agosto. En él se indica que el crédito inicial previsto era de 20.919.240 euros, si bien el compromiso de ejecución se reducía ligeramente, a 18.923.723 euros. En cambio, el capítulo de obligaciones reconocidas se reduce a 9.040.277 euros, menos de la mitad de lo asignado este año para esa obra.

El paseo marítimo y el nudo de Bomberos

Si la circunvalación es la gran asignatura pendiente del Estado en Pontevedra (tanto el tramo en obras como los proyectos aún en tramitación), el Gobierno central tiene dos actuaciones más paralizadas en la ciudad. Se trata del paseo entre Pontevedra y Placeres, cuya primera parte se concluyó en enero pero aún no se ha estrenado, y el nudo de Bomberos, que acumula años de trámites y cuya licitación se anuncia para 2022. El paseo marítimo, en el tramo que discurre por una pasarela sobre el mar, está a la espera de que se resuelvan los errores de pilotaje del proyecto original y aclarar cómo se ejecuta esta segunda parte. Mientras tanto, no se sabe cuándo se podrá abrir el primer tramo. En el caso de la reforma del nudo norte de la AP-9 debe concretarse con el Concello una permuta de terrenos para ocupar una parte del parque de los Bomberos. 

 

https://www.farodevigo.es/pontevedra/2021/11/04/57-fracha-ultimo-ano-obras-59129373.html

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