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domingo, 16 de octubre de 2022

La lluvia y las plagas que diezman la población de conejos marcan la apertura de la caza

 

Cazadores en los montes de Barro en una anterior temporada de caza. | // GUSTAVO SANTOS

 

La temporada de caza menor se abre hoy marcada fundamentalmente por dos factores. En primer lugar, el mal tiempo que tendrán que soportar los aficionados que, pese a la lluvia, parecen estar dispuestos a salir al monte en esta jornada inaugural. La segunda, las dudas sobre lo que se van a encontrar en los cotos. Su presentimiento es que, de nuevo, el inicio de la campaña estará marcado por la escasez de piezas debido, fundamentalmente a que la población de conejos está diezmada por las enfermedades y plagas que padece esta especie en la provincia de Pontevedra y en toda Galicia.

Así lo explica Francisco Couselo, presidente de la Federación Provincial de Caza, quien dice que los cazadores “empezamos la campaña con optimismo, pero otra cosa será la realidad con la que nos encontremos al acabar esta primera jornada”. Según indica, enfermedades como la “mixomatosis o la hemorragia vírica que afectan a los conejos impiden que la caza menor en Galicia acabe de arrancar”. Desde hace tiempo, y a pesar de las campañas de repoblación que vienen realizando cada año los tecores, cuando llega la temporada se encuentran con una enorme escasez de la principal pieza para la caza en el entorno de Pontevedra y en toda la provincia.

"La mixomatosis o la hemorragia vírica que afectan a los conejos impiden que la caza menor en Galicia acabe de arrancar”

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Si bien es cierto que hay zonas en la que también se puede encontrar perdiz rubia como en la zona de Tomiño y el Baixo Miño, o en el Deza (en donde también se añade la liebre), el conejo “es el rey de la caza en Galicia” y más en esta zona de Pontevedra.

Couselo vincula estas plagas que afectan especialmente a las poblaciones de conejos en los montes gallegos al proceso de abandono del rural. “Antes el monte estaba limpio. Si caía una rama se cortaba y se aprovechaba para leña y el matorral se utilizaba para la cama de los establos”, indica el presidente de la Federación. “Un monte limpio permitía que secase en poco tiempo con apenas unos rayos de sol, pero un monte lleno de matorral implica más humedad y esto se convierte en un caldo de cultivo para estas infecciones que afectan tanto a la población de conejos”.

"Un monte lleno de matorral implica más humedad y esto se convierte en un caldo de cultivo para estas infecciones que afectan tanto a la población de conejos”

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A esto hay que sumar la presencia de alimañas en los montes que tienen en este herbívoro a su primer escalón de la pirámide trófica y la suma de todos los ingredientes hacen que, cada año, los cazadores se encuentren con que “las inversiones que realizan con sus excedentes y que se centran básicamente en la repoblación acaben por no tener mucho éxito”. Unas repoblaciones que, precisamente por este contexto, últimamente se están centrando más en primar “la calidad” de las presas y su resistencia que en la cantidad.

Adiós a “llenar el zurrón”

A la espera de ver como está el monte este año, explica que “hoy en día el cazador tampoco sale ya con la expectativa de llenar el zurrón, sino más bien de disfrutar de la naturaleza, de los lances que le puedan dar sus perros y de pasar el día con los compañeros”.

“Falta un relevo generacional, la juventud cambia de hábitos”

En Pontevedra había en 2019, antes de la pandemia, algo más de 41.000 licencias para armas de caza. El número va descendiendo poco a poco desde hace años y Francisco Couselo reconoce que hay un problema de “relevo generacional”. “La juventud cambia de hábitos”, explica. “Antes los horarios en los que te podías ir de fiesta eran distintos y los de ahora son incompatibles con la caza y mucho menos con su práctica de una manera segura”, señala el presidente de la Federación Provincial de Caza. También relaciona esta falta de relevo generacional con el progresivo proceso de abandono del rural. La práctica de la caza menor “requiere la tenencia de, por lo menos, dos perros y para ello el rural es lo más adecuado”. El traslado de las nuevas generaciones a zonas urbanas también impide disponer de unos animales a los que además hay que entrenar y mantener en forma de cara a la temporada.

 

https://www.farodevigo.es/pontevedra/2022/10/16/lluvia-plagas-diezman-poblacion-conejos-77291712.html

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