Rebajan la pena a un guardia civil condenado por narcotráfico que se reunió en un hostal de Curro.

La reforma del Código Penal que entró en vigor a finales del pasado año continúa beneficiando a muchos condenados por narcotráfico a lo largo del pasado año. El último caso es el de Javier Ferreiro Vázquez, un agente de la Guardia Civil destinado en el País Vasco, aunque natural de León, que fue condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a diez años y nueve mes de prisión tras acudir a un hostal de Curro para comprar una partida de cinco kilos de cocaína a un clan arousano.

En octubre del pasado año se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra junto con otros ocho acusados (todos ellos vecinos de la comarca de Arousa), siendo el único de los procesados que no reconoció los hechos y no llegó a un acuerdo con el fiscal que permitió una rebaja de las penas impuestas.

Finalmente, la Sección Segunda de la Audiencia dictó sentencia y condenó al entonces guardia civil a una pena de diez años y 9 meses que fue recurrida por el acusado ante el Supremo. Ahora el Alto Tribunal acaba de dar la razón a la Audiencia y asume, punto por punto, todos los argumentos que empleó el tribunal pontevedrés para condenarlo. Da por buenas las escuchas telefónicas y cree que existe prueba más que suficiente para condenarlo. No obstante, tal y como reconoce el propio fiscal, le reduce la pena en dos años en base a la reforma del artículo 368 del Código Penal que modifica las penas por los delitos de narcotráfico y la fija en ocho años de prisión. Eso sí, mantiene una pena de multa que asciende a 775.000 euros.

El Supremo confirma el resto de la sentencia que establece que en abril de 2007 Javier Ferreiro Vázquez concertó una cita con otros dos de los acusados (los arousanos Daniel Meaño Cores, quien entonces era funcionario de la Diputación; y Javier González Bouzada, que era cabo de la Armada destinado en Ferrol) en un hostal situado en Curro, al pie de la carretera entre Vilagarcía y Pontevedra, en el término municipal de Barro. El guardia civil se desplazó desde el País Vasco al hostal de Curro, en donde primero habría entregado el dinero a Bouzada, quien posteriormente lo entregó a Meaño Cores en un local de la vía rápida de O Salnés. Cuando González Bouzada regresaba al hostal para hacer entrega de los cinco kilos de cocaína al guardia civil fue interceptado por los agentes de la Udyco de la Policía Nacional. Posteriormente era detenido Ferreiro Vázquez y horas más tarde caía Meaño Cores y se le incautaban 142.000 euros.

Los dos arousanos también fueron condenados a sendas penas de 9 años y 1 día de prisión después de reconocer su participación en los hechos ante el juez. En el informe del Ministerio Fiscal al recurso interpuesto por Javier Ferreiro ya expone que las condenas impuestas a estos dos acusados también deberán ser "revisadas" a la baja en base a esta reforma del Código Penal.