El suceso tuvo lugar en el punto kilométrico 107 de la N-550 entre Pontevedra y Santiago de Compostela. En concreto, en la recta ubicada antes de la entrada en el núcleo de San Antoniño, justo enfrente de una gasolinero Repsol.
El accidente se produjo cuando un Peugeot 307, conducido por una mujer de 46 años que viajaba en dirección a Pontevedra, se detuvo en medio de la carretera para girar hacia la estación de servicio. El turismo en el que viajaban los dos fallecidos, un Nissan Sunny, se vio obligado a frenar bruscamente, según relataron testigos de los hechos.
Inmediatamente después, un camión articulado de la empresa Feiraco, que venía detrás de ellos, invistió violentamente al Nissan y, por alcance, al Peugeot. La conductora del primero de los coches, M.F.F., de 46 años, resultó herida leve, mientras que los dos ocupantes del turismo que quedó en medio fallecieron prácticamente en el acto.
Los dos fallecidos quedaron atrapados entre los hierros del turismoSegún informó el Centro de Atención de Emergencias 112-Galicia, las dos personas fallecidas quedaron atrapadas en el interior del vehículo, que quedó 'encartado', de manera que se movilizó al lugar de los hechos a dos unidades del Cuerpo de Bomberos de Pontevedra.
El sargento de Atestados de Tráfico que coordinó el operativo explicó que también acudieron varias patrullas de la Guarda Civil de Tráfico, Protección Civil de Barro y dos ambulancias de Urgencias Sanitarias de Galicia (061), una medicalizada y otra asistencial.
Según explicó la PontevedraViva, José Alonso, testigo del accidente, el choque fue "brutal". Dijo que la mujer fallecida "tivo pulso durante cinco minutos" y varias testigos y conductores que pasaban por el lugar intentaron reanimarla tanto a ella como al conductor del coche. En relación con las causas del siniestro, indicó que la conductora del primer turismo, "estaba moi nerviosa", y que el camión "viña moi rápido".
"O camión empaquetou a outro coche"Una trabajadora de la gasolinera situada justo enfrene del lugar del siniestro relató que todo aconteció muy rápido y no es donado determinar de quien fue responsabilidad el siniestro. "Oín un frenazo e cando saín o camión xa empaquetara a outro coche. Empezaron a parar coches", indicó. Ella no acudió a socorrer a las víctimas, pero vio que muchos codutores y testigos sí que lo hicieron.
La Guarda Civil de Tráfico investiga ahora si la maniobra realizada por la conductora del Peugeout 307 es reglamentaria. La carretera estaba pintada con línea discontinua, pero existe una señal que prohíbe girar a la izquierda, desde el carril en el que circulaban los vehículos implicados en el siniestro hacia la gasolinera. La mala fortuna hizo que esta señal estuviese tapada por varios camiones estacionados en el arcén.
Según indicó al sargento de Atestados de la Guarda Civil, aún se están investigando todas las circunstancias que rodean el accidente teniendo en cuenta estas factores y otros que habían podido tener influido en el siniestro. Además, tanto la conductora del Peugeot 307 como el conductor del camión fueron sometidos a una prueba de alcoholemia.
El camionero lloraba dentro del vehículoEl conductor del camión, R.V.B., de 52 años, saiu ileso del accidente, pero sufrió un fuerte impacto emocional. De hecho, después de facilitar a los agentes de Tráfico su relato de los hechos volvió el interior de su vehículo y permaneció allí durante dos horas, llorando y con expresión de visible conmoción.
A raíz del siniestro quedó cortado un carril de circulación y los agentes de la Guarda Civil tuvieron que regular el tráfico durante las cerca de dos horas que pasaron entre la colisión y la retirada de los vehículos implicados por parte de una grúa. El juez tardó alrededor de hora y media en decretar el levantamiento de los cuerpos de las víctimas.
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