Paso a disposición judicial de José Eirín en Caldas
José Eirín ingresó en prisión preventiva hace justo un año, el 21 de marzo de 2022, acusado de homicidio/asesinato por acabar con la vida de Jessica Méndez, a la que llevaba años acosando y contra la que el 17 de marzo empotró su coche en Porráns, Barro. Pese a sus intentos de salir en libertad, sigue recluido porque los juzgados ven un riesgo de fuga "muy fundado y elevado".
Así lo recoge un auto de la Audiencia Provincial de Pontevedra que responde a un intento del sospechoso de salir en libertad, al que se oponen tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares personadas en la causa. El juzgado instructor rechazó esa libertad y también la Audiencia, que recuerda que la gravedad de la pena que podría imponerse, entre 15 y 25 años de prisión, "justifica por sí sola el elevado riesgo de huida".
La defensa de Eirín apela al arraigo que tiene con su familia de origen, pues vive con su madre, su hermana y su sobrino, pero la Audiencia concluye que no resulta "suficiente para mitigar dicho grave riesgo". Mantener la medida cautelar de ingreso en prisión es, para el tribunal provincial, "la única adecuada para conjurar el grave riesgo de fuga".
Ese auto permite ya concluir varios elementos claves en la investigación de la causa que instruye en estos momentos el Juzgado de Instrucción número 1 de Caldas de Reis. El juzgado instructor ve indicios de que "no se trató de una mera imprudencia sino que el impacto contra el vehículo de Jessica habría sido intencionado y buscado por el investigado".
Basándose en un informe de la Guardia Civil de Tráfico, concluye que Eirín "habría modificado su trayectoria para impactar con el vehículo". Tráfico analizó trayectorias, posiciones finales de los vehículos, características de la vía y la "inexistencia de huellas de frenada o de maniobras evasivas" y concluyó que el vehículo del acusado se desvió "sin justificación aparente en otra causa", hacia el vehículo conducido por Jessica.
Eran las 9.30 horas del 17 de marzo de 2022 y Eirín conducía su Seat Toledo por la N-550 en Barro. En Porráns, estaba detenida en un Stop Jessica con su Seta Ibiza, aguardando para incorporarse.
Eirín, según el atestado, "aceleró el vehículo" y "con total desprecio por la vida y por la integridad física" de Jessica dirigió su vehículo contra el de ella "desviándose intencionadamente de su trayectoria e impactando en la zona centro-lateral izquierda" de su Seat Ibiza. Trasladada inicialmente al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, falleció al día siguiente por las lesiones sufridas.
El informe de la Guardia Civil, según sostiene el juzgado instructor, "descarta de forma contundente" que el vehículo de la víctima se hubiera incorporado de forma indebida a la N-550, que es una de las tesis que mantiene la defensa del acusado. A la vista del análisis de las huellas de fricción del vehículo de ella, "no daría lugar a la duda" de que se encontraba a unos dos 2 metros y 70 centímetros de la línea borde de la calzada.
Además, en la zona no existen marcas de frenada o que hagan referencia a alguna maniobra realizada para intentar esquivar el vehículo contrario. Así, se trataría de un "impacto directo y justo contra la puerta de la conductora" a una "considerable" velocidad de entre 80 y 90 kilómetros por hora en un tramo recto de buena visibilidad y sin adoptar ningún tipo de maniobra de evasión.
El atestado policial recoge también que avalan la tesis de la colisión intencionada indicios de una vinculación emocional del investigado con la víctima. Así, el novio de ella, su hermano y el cuñado de Eirín explicaron que "sufriría una especie de obsesión con la joven, que le llevaba a seguirla, esperarla a que llegara de noche a su casa mientras la vigilaba" y también que tiempo atrás había buscado el contacto físico con ella sin ser correspondido.
En el atestado también se habla de mensajes de WhatsApp entre la víctima el cuñado de Eirín desde hace años que apuntan a que él la sometía a vigilancias incluso en momentos previos de ese mismo día de los hechos. Esa misma mañana, "en instantes previos" el crimen, el cuñado le hizo saber que él "aguardaba dentro de su vehículo a que ella saliera de casa".
Eirín declaró que no recuerda nada del accidente salvo que vio introducirse algo en la carretera y apuntó a que tomaba el medicamento Tramadol y le pudo dar sueño. Admitió, de todas formas, que antes del accidente se encontraba plenamente consciente. Su defensa niega que existan indicios de que el detenido aceleró su vehículo para impactarlo contra el de su víctima y apela a esa supuesta somnolencia.
También sostiene su abogado defensor que no se ha constatado la conducta de vigilancia o acoso de su cliente. Eirín lo niega pese a que existen testigos que lo acreditan y también mensajes de WhatsApp e incluso su familia había instalado una cámara de videovigilancia en torno al domicilio.
https://pontevedraviva.com/xeral/93610/jose-eirin-acoso-jessica-mendez-propia-manana-crimen-barro-aguardaba-vehiculo-saliera-casa/
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