El Concello de Barro revisa la concesión de la feria ambulante que hizo el gobierno anterior

Si detecta irregularidades en el mercadillo de los domingos "tomaremos medidas", anuncia el alcalde - Uno de los clanes implicados en los recientes altercados controla esta actividad

El mercadillo ambulante de Barro sigue celebrándose bajo el control de uno de los clanes implicados en graves enfrentamientos entre grupos de vendedores -que recientemente originó un herido por arma de fuego en una carretera de Vigo-, gracias a la concesión que le otorgó el anterior gobierno municipal. El actual equipo de gobierno, que preside el nacionalista Xosé Manuel Fernández Abraldes, está revisando esta autorización administrativa en todas sus cláusulas y la concesión podría ser cancelada en caso de detectarse alguna irregularidad.
El Concello de Barro aprobó recientemente una ordenanza que regula la venta ambulante en el municipio y el mercadillo de los domingos, que gestiona una asociación de comerciantes vinculada al clan de los Morones, tendrá que someterse a esta normativa. Mientras tanto esta feria ambulante se sigue celebrando, bajo la gestión y la supervisión de uno de ese grupo de etnia gitana. Al no asistir a este mercadillo ningún vendedor del clan rival, los denominados "zamoranos", no se ha producido ningún tipo de incidente en la feria de Barro.
En todo caso el mercadillo se desarrolla bajo estrecha vigilancia policial, con agentes sin uniforme que patrullan discretamente la feria. Es una de las consecuencias de la reciente Mesa de Seguridad sobre mercadillos ambulantes celebrada el pasado viernes en la Subdelegación del Gobierno, en la que alcaldes y responsables de las fuerzas de seguridad establecieron una coordinación para supervisar esta actividad y garantizar la seguridad en todos los mercadillos de la provincia.
Fernández Abraldes indicó ayer que la actividad y la autorización del mercadillo local será revisada desde el punto de vista legal y "si todo es correcto poco podemos hacer, pero si se detecta alguna irregularidad tomaremos medidas".
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, y diecinueve alcaldes o concejales que participaron en esta Mesa de Seguridad, aseguraron que "se hará cumplir la ley" y que los implicados en los recientes altercados vividos en ferias de Cangas, Redondela y Vigo, entre clanes de vendedores, serán "perseguidos y sancionados".
Adecuar las ordenanzas obsoletas en los diferentes municipios es otro de los objetivos que deberán cumplir para atajar cualquier futuro incidente.
En Barro, la feria ambulante es una concesión del gobierno municipal anterior a una autodenominada asociación de comerciantes, que en la práctica está integrada por los miembros de uno de estos clanes enfrentados. El actual equipo de gobierno se ha propuesto someter la feria a la ordenanza municipal.

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