Tras abonar 100 millones desde el 2012, asegura que ha saldado la deuda
con los propietarios a los que les ocupó terrenos para obras de la red
autonómica
La ocupación forzosa de fincas para construir proyectos viarios generó a finales del siglo pasado una copiosa deuda para la Xunta.
Era la época del cemento. El grifo de Bruselas manaba con fluidez y la
Administración primaba la inversión en infraestructuras en un territorio
aún por vertebrar. Las obras avanzaban, pero la puntualidad no caracterizaba los pagos
a los propietarios de los terrenos expropiados. La dimensión del
problema salió a la luz con la creación, en febrero del 2006, del Xurado
de Expropiación. La Xunta empezó a liquidar entonces 18,5 millones por fincas que no había pagado.
De ese total, 14 millones correspondían a terrenos cuya declaración de
utilidad pública era anterior a 1998. La Administración adeudaba 3,45
millones por las fincas y 10,64 por los intereses de demora. En esa
factura había pagos pendientes por expropiaciones iniciadas en 1991 para
la autopista A Coruña-Carballo. Los dueños de algunas parcelas tardaron
al menos tres lustros en cobrar.
Con la puesta en marcha del Xurado, un órgano
colegiado previsto en el Estatuto que había sido aprobado 25 años antes,
la Xunta fue poniendo al día los pagos por expropiaciones. Aunque las
demoras no han cesado. Ni siquiera con la ralentización de los proyectos
derivada de los ajustes presupuestarios por la crisis. Así lo evidencia
el desembolso por parte del Ejecutivo autónomo de 99,4 millones desde
el 2012 por las parcelas ocupadas para proyectos viarios en las cuatro
provincias. El hecho de que muchas de esas actuaciones ya estén
ejecutadas y en servicio denota que los propietarios afectados han
seguido cobrando con retraso durante la crisis.
Vía Ártabra y Tui-A Guarda
Solo las fincas expropiadas para construir seis
viales copan la tercera parte de ese desembolso. Se trata de la vía
Ártabra (para la que la Xunta abonó 7,22 millones por los terrenos desde
el 2012), el vial de alta capacidad Tui-A Guarda (6,58 millones), la
vía de altas prestaciones Sarria-Monforte (5,87), el enlace en Curro de
las autovías a Sanxenxo y Vilagarcía (4,81), la vía de alta capacidad de
la Costa Norte (4,14) y la variante de Marín (3,67).
Además de estos proyectos, en otros 19 viales la
Xunta liquidó en los últimos tres años 28 millones por las fincas
necesarias para ejecutar las obras. Por provincias, las de Pontevedra y A
Coruña copan el 76 % de los 99,4 millones liquidados en los últimos
tres años: 38,53 fueron por terrenos expropiados para actuaciones en
Pontevedra, 37,66 para proyectos en A Coruña, 16,37 para
infraestructuras viarias en Lugo, y 6,18 para obras en Ourense.
La Consellería de Infraestruturas
asegura que con esos 99,4 millones desembolsados desde el 2012 dejó a
cero todos los pagos que la Administración autonómica tenía pendientes
hasta el 31 de agosto pasado. Aunque no todas las expropiaciones han
sido pagadas directamente por la Xunta. De los 99,4 millones abonados,
8,8 fueron liquidados por las empresas que tienen adjudicadas autovías
en concesión.
El mayor gasto por parcelas ocupadas para ejecutar
esas infraestructuras corresponde a la concesionaria de la autovía de la
Costa da Morte, con 3,99 millones abonados desde el 2012 a los
propietarios de fincas. La empresa que construyó y ahora explota la
autovía de conexión de la A-52 con Celanova, que está en servicio desde
principios del 2013, liquidó 2,65 millones por expropiaciones. La
concesionaria de la autovía de O Salnés pagó 933.000 euros; la de la
AG-53 (el trazado libre de peaje directo entre Dozón y la conexión con
la A-52), 535.000; la de la Santiago-Brión, 449.000; y la de la autovía
de Barbanza, 247.000. En todo caso, estos pagos de las concesiones
recaerán en las cuentas de la comunidad.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2015/11/02/xunta-pago-32-millones-3-anos-expropiar-fincas-seis-viales/0003_201511G2P6993.htm
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